"Refuerzo" de seguridad en Cantillana tras la pelea de los once detenidos, según la alcaldesa

EUROPA PRESS

En declaraciones a Europa Press, García ha informado que el Instituto Armado pretende ejercer "más control" durante varios meses para evitar nuevas reyertas. La del pasado jueves, ha expresado, fue fruto de la rivalidad existente entre dos familias de nacionalidad rumana que viven en el municipio y cuyos detenidos han sido puestos a disposición judicial y emplazados "a juicio" por los citados altercados.

Desde el Consistorio, según la regidora, están trabajando en "medidas de control" que estén dentro de sus competencias, como hacer un seguimiento de estos ciudadanos, comprobar que los contratos de alquiler son válidos o que las personas están empadronadas correctamente. "Ha sorprendido la zona, porque una de las familias vive fuera de ella", ha apostillado.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves, cuando dos guardias civiles de Cantillana resultaron heridos de diversa consideración al intentar mediar en una pelea entre dos grupos de personas, de nacionalidad rumana, que se enfrentaron en las inmediaciones del cuartel, cuando uno de los grupos se dirigía a presentar denuncia contra el otro por amenazas graves.

Mientras los dos agentes procedían a cambiarse, escucharon gritos y procedieron rápidamente, ya uniformados, a acercarse al lateral del cuartel, observando como otro grupo había iniciado una "batalla campal" contra el grupo denunciante, "provistos de palos de grandes dimensiones, con pinchos en sus extremos, barras de hierro, incluso una catana y un arma simulada, llegando a casi una veintena de personas, entre hombres y mujeres, alguna de ellas embarazada".

Ante esta situación, los agentes se dispusieron a separar al grupo, haciendo uso de las defensas, pero se vieron superados en número y sufrieron agresiones, "uno de ellos de cierta gravedad, al ser golpeado con un tubo de sombrilla de verano en forma punzante".

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