Sospechoso del atentado en Chelsea por primera vez en la corte en Nueva York

El sospechoso de los atentados cometidos a mediados de setiembre en Nueva York y Nueva Jersey compareció este jueves por primera vez en persona ante un tribunal, tras haber sido gravemente herido durante su arresto.

Representado por un defensor de oficio, Ahmad Khan Rahimi, de 28 años, que acaba de ser transferido de una prisión de Nueva Jersey a Manhattan, fue simplemente informado de sus derechos por la jueza federal Sarah Netburn.

Ninguna fecha ha sido fijada aún para la lectura formal del acta de acusación, que incluye la utilización de armas de destrucción masiva y ataque con bomba en un lugar público.

El joven estadounidense de origen afgano es sospechoso de haber colocado la bomba que dejó 31 heridos leves en el barrio de Chelsea el 17 de setiembre, así como otras bombas artesanales en Nueva York y Nueva Jersey el mismo fin de semana. Solo uno de los otros dispositivos explotó, sin causar víctimas.

Tras su arresto, fueron halladas notas en las que el joven -que hizo varios viajes a Afganistán y Pakistán- mencionaba a Osama Bin Laden y a un ideólogo de Al Qaida, así como motivaciones yihadistas. Es el único sospechoso en el caso.

Su abogado, David Patton, indicó el jueves que Rahimi "se declararía con seguridad no culpable".

Rahimi ya se había declarado no culpable de las acusaciones de intento de homicidio de policías -dos agentes fueron heridos durante su arresto en Nueva Jersey el 19 de setiembre- en una audiencia organizada en octubre por videoconferencia desde su lecho de hospital.

El jueves, las conversaciones en el tribunal se centraron en su estado de salud.

Rahimi fue gravemente herido de bala durante su detención, ocurrida dos días después de la explosión de una bomba en el barrio de Chelsea en Manhattan el 17 de setiembre, y solo puede caminar cojeando desde hace poco tiempo.

Según Patton, fue sometido a "entre 8 y 10 intervenciones quirúrgicas", sobre todo a raíz de infecciones que aparecieron tras las primeras operaciones. Aún tiene "una herida abierta en la pierna", que le hace cojear, y su mano izquierda continúa discapacitada, precisó su abogado.

Una nueva audiencia está prevista el miércoles próximo para verificar si la prisión en la cual fue encarcelado en Manhattan es capaz de suministrarle los cuidados médicos que requiere, o si debe ser transferido a otro sitio.

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