El titular de la oficina europea antifraude, Giovanni Kessler, interpuso un recurso ante el Tribunal General de la Unión Europea para anular la decisión de la Comisión de levantar su inmunidad para que pudiese ser indagado por la justicia belga.
La decisión de la Comisión Europea del 2 de marzo de levantar la inmunidad del italiano Giovanni Kessler "sienta un riesgo de precedente que podría afectar la capacidad de investigación de la OLAF (Oficina Europea de Lucha contra el Fraude)", dijo el interesado en conferencia de prensa.
"Es por ello que decidí llevar el tema a la justicia europea", añadió.
La Comisión Europea levantó la inmunidad del exfiscal antimafia en Sicilia y director de la OLAF desde principios de 2011 en respuesta a un pedido de la justicia belga, que investiga el caso de la dimisión en 2012 del excomisario europeo John Dalli.
La justicia belga buscaba indagar al italiano ya que sospecha que recurrió a métodos ilegales en la investigación de la OLAF contra Dalli.
Dalli, excomisario europeo de Salud, se vio obligado por el entonces presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, a dimitir tras ser acusado de presunto tráfico de influencias vinculado a la industria del tabaco.
La OLAF había lanzado la investigación que llevó a la dimisión de Dalli luego de una demanda de un productor sueco, Swedish Match, que denunciaba el hecho de que un empresario maltés se ufanaba de su relación con el excomisario para influenciar la propuesta de directiva, en especial sobre la comercialización del "snus", un polvo de tabaco húmedo de mascar fabricado en Suecia pero prohibido en la Unión Europea.
Desde su renuncia, Dalli clama su inocencia y afirma que fue víctima de un complot de la industria del tabaco que lo habría engañado cuando se preparaba a presentar una propuesta de ley europea para endurecer la legislación contra el tabaco.
La oficina de prensa de la OLAF indicó a la AFP que Kessler interpuso la demanda ante el Tribunal General el 20 de mayo.
El objetivo de la acción legal es "anular la decisión del 2 de marzo con la que la Comisión levantó su inmunidad", añadió la oficina de prensa.
Kessler "considera que la decisión de la Comisión de levantar su inmunidad por un acto cometido dentro de sus prerrogativas profesionales pone su independencia, y la de la OLAF, en riesgo".
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