Tribunal decidió juzgar a periodistas turcos a puerta cerrada

El tribunal penal de Estambul decidió este viernes juzgar a puerta cerrada a dos periodistas turcos por haber publicado un artículo sobre la entrega de armas a los rebeldes sirios por parte de Turquía.

Can Dündar, jefe de redacción del diario Cumhuriyet, y Erdem Gül, jefe de la oficina de Ankara, juzgados por espionaje, divulgación de secretos de estado, tentativa de golpe de Estado y asistencia a una organización terrorista, se enfrentan a una pena de cadena perpetua.

Al cabo de dos horas de audiencia, el tribunal, de acuerdo con lo requerido por la fiscalía, decidió que el juicio se lleve a cabo a puertas cerradas por razones de "seguridad nacional".

La decisión fue recibida con cólera por el público, en su mayoría simpatizantes de los dos periodistas, que tuvieron que abandonar inmediatamente la sala de audiencia.

"Juzgar a periodistas a puertas cerradas es una prueba más de que el poder turco y el presidente Erdogan tienen algo que ocultar", declaró el secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF) Christophe Deloire.

Este juicio ilustra, según la oposición turca, la deriva autoritaria del presidente islamo-conservador Recep Tayyip Erdogan.

Dündar y Gül habían llegado al palacio de justicia acompañados por 200 personas, entre ellas amigos, colegas y políticos opositores, que gritaban "no callarán la libertad de prensa".

"Estamos aquí para defender al periodismo", dijo Dündar antes de la audiencia.

"Vengo aquí para afirmar que el periodismo no es un crimen", dijo Gül.

Los dos periodistas -que estuvieron en detención provisional durante 90 días, hasta que la Corte Constitucional turca ordenara su liberación-, publicaron en mayo de 2014 un artículo, acompañado con fotos y un vídeo, sobre la entrega de armas a los rebeles islamistas sirios en enero de 2014.

El vídeo mostraba camiones de los servicios secretos turcos (MIT) llenos de armas.

El artículo había provocado la ira de Erdogan, que desde el inicio del conflicto sirio negaba que Turquía apoyara a los movimientos radicales opuestos al gobierno de Bashar al Asad.

"El que ha publicado esta información lo pagará caro", declaró Erdogan al día siguiente de la publicación del artículo.

En noviembre pasado, los dos periodistas fueron encarcelados provisionalmente por decisión del fiscal que pidió una condena de cadena perpetua.

Sin embargo, el 26 de febrero, la Corte Constitucional, una de las últimas instituciones que Erdogan no controla, ordenó liberarlos, considerando que se habían violado los derechos de los periodistas.

"Sufrimos presiones políticas, judiciales y económicas", dijo Dündar.

"El presidente declaró que no reconocía y no respetaba la decisión de la Corte Constitucional", agregó.

"En un rato vamos a librar una batalla judicial, veremos quién sale vencedor, si la justicia o el palacio (presidencial)", señaló el periodista.

Los cargos presentados contra Dündar y Gül y su encarcelación provocaron una enérgica reacción de la oposición turca, de las ONG de defensa de las libertades y los derechos humanos y de numerosos gobiernos occidentales, que desde hace años denuncian la deriva autoritaria de Erdogan.

"Esperamos que los dos periodistas sean simplemente absueltos", dijo el viernes antes de la audiencia Christophe Deloire, secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

"Son dos periodistas, no son terroristas peligrosos. Hay suficientes amenazas en este país, amenazas a la estabilidad, a la democracia, para que magistrados pierdan el tiempo inventando falsas amenazas", agregó.

Un centenar de escritores, entre ellos los premios Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa y sudafricano J. M. Coetzee, enviaron una carta al primer ministro Ahmet Davutoglu para que "cambie las leyes que restringen indebidamente la libertad de expresión".

Sin embargo, Davutoglu denunció el martes "la alianza del mal" formada por algunos medios de comunicación, universitarios y dirigentes políticos que "apoyan los ataques contra Turquía".

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