El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, dijo este martes que mantendrá "discreción absoluta" a la "guerra" declarada por la presidenta Dilma Rousseff, que lo llamó más temprano de "traidor" por apoyar su proceso de destitución.
"Mantengo discreción absoluta, a pesar de que sea apodado de las más variadas denominaciones (...) como por ejemplo golpista. Yo pasé tres semanas en Sao Paulo precisamente para que no me acusaran de ninguna articulación. Últimamente comenzó una guerra contra mi figura, en el plano político y personal, y fui obligado a defenderme. No estoy guerreando, estoy defendiéndome", dijo Temer al canal de noticias Globo News.
Rousseff tildó este martes de "traidor" a Temer, quien asumiría el poder hasta 2018 si el proceso de destitución en contra de la mandataria prospera en el Congreso.
El vicepresidente, que asumió la bandera del impeachment tras romper con el gobierno junto a su partido PMDB (centro), dijo además que considera "estará preparado" para asumir el poder.
"Sin ser pretencioso, pero con mucha modestia debo decir que tengo una vida pública de mucha experiencia (...) Naturalmente, conociendo razonablemente los problemas del país, si el destino me lleva a esa función (...) estaré preparado", dijo
"Sé que por fuerza del diálogo, por tanto colectivamente, con todos los partidos, varios sectores de la sociedad, vamos a sacar al país de la crisis", añadió, tras indicar que se ha reunido con representantes de "todos los partidos".
Temer ya había dicho, en un audio que divulgó el lunes supuestamente de forma involuntaria, que se preparaba para asumir el poder con "un gobierno de unidad nacional" para "pacificar" al país y sacarlo de la recesión.
Si la Cámara aprueba el pedido de impeachment por una mayoría de dos tercios (342 diputados de un total de 513) y el Senado convalida posteriormente esa decisión, Rousseff sería reemplazada por Temer, que sería confirmado en el cargo si en un lapso de 180 días la Cámara alta la declara culpable.
Si el impeachment fracasa, "yo estaré tranquilo", dijo el vicepresidente. "A lo largo de este período en que fui vicepresidente nunca tuve un llamado efectivo a participar de cuestiones del gobierno. Si nada pasa, todo continuará como antes", aseguró.
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