Diecisiete personas murieron este lunes en Kinshasa en actos de violencia previos a una manifestación opositora para pedir la salida del presidente Joseph Kabila, informó el ministro del Interior, Évariste Boshab, que precisó que este balance es "provisional".
Se registraron "17 muertos", de los cuales 14 son civiles. Las otras tres víctimas son policías, uno de los cuales fue "quemado vivo", agregó Boshab en una conferencia de prensa.
Estos son los peores disturbios registrados en Kinshasa desde las protestas contra el gobierno en enero de 2015, en las que murieron decenas de personas.
"La ciudad de Kinshasa acaba de enfrentarse a un movimiento insurreccional que se saldó con un fracaso", afirmó el ministro, que acusó a los manifestantes de haber decidido deliberadamente no respetar el itinerario marcado por las autoridades.
A principios de la jornada, jóvenes que gritaban consignas contra Kabila tiraron piedras contra la policía en una de las principales avenidas de la ciudad, una urbe donde viven 10 millones de personas.
Los manifestantes levantaron barricadas con neumáticos y una densa nube de humo que dejaron varios vehículos quemados se elevaba hasta el cielo.
Las protestas de este lunes convocadas por la oposición tenían como objetivo dar un "preaviso" a Kabila, tres meses antes del final de su mandato, previsto para el 20 de diciembre, y para exigir la convocación a elecciones presidenciales.
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