A falta de acuerdo con la UE, Austria impone cuotas a las demandas de asilo

  • Austria empezó este viernes a aplicar una estricta cuota diaria de demandas de asilo, pese a las críticas de la Unión Europea, preocupada por un cierre en cadena de las fronteras en la ruta de los Balcanes.

Desde las 07H00 GMT, Austria no admite más de 80 demandas de asilo por día en su territorio, muy por debajo de la media de 250 recibidas desde el comienzo del año, es decir un total de 11.000.

Además, el gobierno austriaco ha limitado a 3.200 el número diario de personas que pueden transitar por su territorio para solicitar asilo en un país vecino. Por lo general, su destino es Alemania, que recibió a más de un millón de migrantes en 2015.

El gobierno austríaco ha justificado estas cuotas escudándose en la incapacidad de la Unión Europea de frenar el flujo desde Turquía y acordar un mecanismo permanente de reparto de solicitantes de asilo, una medida que preconiza Alemania.

En ese sentido, está prevista una cumbre entre la UE y Turquía a comienzos de marzo.

Este tope drástico podría ser virtual en un primer momento, ya que el flujo de llegadas a Austria se ha parado en los últimos días.

"Desde ayer (jueves) a las dos de la tarde (13H00 GMT) no ha llegado ningún migrante, por el mal tiempo", dijo a la AFP un portavoz de la policía local, Fritz Grundnig, que tampoco espera llegadas este viernes.

Al comienzo de la semana se rebajó también el flujo de llegadas a las islas griegas del Egeo oriental.

Sin embargo, la tendencia general sigue preocupando a los países europeos.

"Nos mantenemos en un ritmo de entre 10.000 y 15.000 llegadas por semana. Estamos lejos de la contención, y más aún del cese de los flujos que algunos quieren", dijo recientemente a la AFP un diplomático europeo.

En lo que va de año, más de 84.000 personas han llegado por mar a la Unión Europea, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Si la afluencia aumenta de nuevo en la frontera de Austria con Eslovenia, por encima de las cuotas previstas, la respuesta es muy sencilla: "se cerrará la frontera", asegura Grundnig.

Los países de los Balcanes situados en las etapas previas de esta ruta, como Macedonia o Eslovenia, han advertido ya que se alinearán con la política de Viena en sus fronteras. Esto hace presagiar un cierre de fronteras en cadena a lo largo de toda la ruta, que provocaría una saturación en Grecia, adonde llegan miles de migrantes en su mayoría sirios, afganos e iraquíes desde las costas turcas del Egeo.

Este efecto dominó de la suspensión de la libre circulación del espacio Schengen es exactamente lo que quería evitar la UE.

Irritada por las medidas unilaterales de Viena, la Comisión Europea las calificó de "claramente incompatibles" con el derecho europeo.

"Tenemos que prepararnos" a un posible fracaso del plan de acción europeo, respondió el canciller socialdemócrata austríaco, Werner Faymann.

A comienzos de marzo se celebrará un encuentro extraordinario entre la UE y Turquía, con la esperanza de avanzar "más resueltamente hacia las soluciones bosquejadas en los últimos meses", en palabras de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión.

Sin embargo, Viena advierte que podría haber más restricciones.

"En el futuro tendremos que recortar de nuevo las cuotas diarias", declaró este viernes Johanna Mikl-Leitner, ministra austríaca del Interior.

Austria, que reforzará sus controles en doce puestos fronterizos con Eslovenia e Italia, estima que no podrá recibir a más de 37.500 nuevos demandantes de asilo este año.

En 2015 registró unas 90.000 demandas de asilo, lo que representa algo más del 1% de la población de este país de 8,5 millones de habitantes.

nla-smk/avl.zm

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