Abascal: "Vox no pactará con el partido de la historia criminal: el PSOE"

El líder de Vox, Santiago Abascal, durante un acto de precampaña celebrado este domingo en el Palacio de Vistalegre . /EFE
El líder de Vox, Santiago Abascal, durante un acto de precampaña celebrado este domingo en el Palacio de Vistalegre . /EFE
El líder de Vox, Santiago Abascal, durante un acto de precampaña celebrado este domingo en el Palacio de Vistalegre . /EFE
El líder de Vox, Santiago Abascal, durante un acto de precampaña celebrado este domingo en el Palacio de Vistalegre . /EFE

El presidente de Vox, Santiago Abascal, aseguró que su partido es el único que tras las nuevas elecciones generales del 10 de noviembre puede asegurar que no pactará "con el partido de la historia criminal, el PSOE", puesto que ve posible que acuerde tanto con PP como con Ciudadanos o con las fuerzas de izquierda.

"Hace falta claridad de Vox frente a la confusión", resumió Abascal su intervención en la plaza de toros de Vistalegre en Madrid, en un acto organizado bajo el lema 'Plus ultra' en el que ha lanzado un duro discurso contra el PSOE y la "progresía" y contra PP y Ciudadanos por abrirse a acuerdos con el partido de Pedro Sánchez. "Están todos de acuerdo en la Memoria Histórica, la inmigración, la ideología de género y el modelo de Europa", dijo Abascal ante las más de 13.000 personas que han llenado Vistalegre.

El dirigente de Vox dedicó una parte de su discurso a rechazar el traslado de los restos de Franco del Valle de los Caídos, porque a su juicio en el fondo persigue "destruir la reconciliación de los españoles, reescribir la historia, deslegitimar la monarquía y derrocar a Felipe VI".

Abascal centró su discurso en arremeter contra la izquierda y su interpretación de la historia y se ha dirigido especialmente al PSOE, del que ha dicho que tiene un "historia de asesinos, de corruptos y de maltratadores de mujeres". Responsabilizó a los socialistas del golpe de Estado a la República de 1934, del "pucherazo del 36", del "asesinato del líder de la oposición a manos de la escolta socialista" o la petición de amnistía para los terroristas en los primeros años de la democracia.

"Le tenía tantas ganas al PSOE que no sé si voy a poder decir el resto", admitió Abascal, que ha pedido que se respete la historia "y, sobre todo, a los muertos". En este sentido, criticó al Gobierno por querer desenterrar a Francisco Franco sin consentimiento de su familia y "lo que es peor, pretender hacer campaña electoral con ello".

Para el líder de Vox la exhumación de Franco "no es más que una excusa para reescribir la historia, deslegitimar la monarquía y derrocar a Felipe VI". En este "momento histórico de zozobra y de desorden", Abascal defendió que lo que hay que hacer es volver a "lo básico, que es respetar a los muertos de cualquier bando que lucharon por España como ellos entendieron que debieron hacerlo".

Ante un auditorio de 13.500 personas -12.000 en las gradas y 1.475 en el albero-, según la organización, el líder de Vox pidió a los suyos que vayan "más allá", porque no hay que conformarse con 24 diputados. Junto a Abascal, intervinieron el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith; el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa, que ha sido el encargado de dirigir el acto; la presidenta del partido en Madrid, Rocío Monasterio; los eurodiputados Jorge Buxadé y Herman Tertsch; los diputados Macarena Olona, Igancio Garriga y Reyes Romero.

Al igual que el presidente de Vox y después de la polémica por 'Las trece rosas', Ortega Smith volvió a cuestionar cómo interpreta la historia la izquierda y recalcó que todavía no ha oído al PSOE, al Partido Comunista y a UGT pedir perdón por la "mal llamada huelga revolucionaria" del 5 de octubre de 1934 en Asturias en la que "provocaron 1.400 muertos".

Monasterio, a quien Espinosa se ha referido como "el terror de las hembristas", resaltó la "bofetada de realidad" que dieron hace un año a los políticos al "desbordar" Vistalegre y advirtió de que no van dar un paso atrás en las defensa de sus convicciones.

Desde el escenario circular, presidido por dos enormes columnas que simulaban a las torres de Hércules del escudo de España y en medio el logotipo de Vox, se repitieron los mensajes de Vox contra la inmigración ilegal, el feminismo radical, el aborto o la despoblación y se volvió a defender la unidad de España y a pedir la ilegalización de los partidos independentistas y la supresión de las comunidades autónomas.

Se han visto muchas banderas españolas, alguna que otra de los requetés y mucha pancarta que aludía a la crisis de Cataluña, en las que se leían mensajes como "golpistas a la prisión o "155 ya", además de escucharse consignas pidiendo la cárcel para el expresidente catalán Carles Puigdemont. 

Con este acto, que en principio se organizó para conmemorar el primer aniversario de Vistalegre, arranca la precampaña de Vox para las generales del 10 de noviembre, que el partido de Abascal afronta manteniéndose en las últimas encuestas en torno al 10 por ciento de los sufragios (el 28A lograron el 10,2 por ciento de los votos).

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