Absueltos los seis acusados de acosar a Floriano en su casa

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cáceres ha absuelto a los seis acusados, entre ellos militantes de IU y del Campamento Dignidad, de acosar en su domicilio al vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, en la capital cacereña.

El juez, en la sentencia a la que ha tenido acceso Efe, considera que "no ha existido ninguna falta de coacciones", dado que en ningún momento hubo posibilidad de que Floriano sufriera "un menoscabo en su integridad física" al encontrarse fuera del domicilio.

Floriano interpuso una denuncia contra los seis acusados que han sido absueltos por "haber temido por su integridad física y la de sus hijas".

La sentencia indica, en cambio, que ha quedado acreditado que los hechos se prolongaron durante media hora y que "Floriano, su esposa y sus hijas no estaban en el domicilio y que no tuvieron que retrasar su regreso por estos hechos".

Asimismo señala que el día anterior Floriano fue avisado de la marcha del Campamento Dignidad por parte de la Comisaría Provincial de Cáceres.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Cáceres.Espera "que no vuelva a suceder"

Pese a la absolución, Floriano ha mostrado su satisfacción porque el juez haya reconocido la existencia de un ámbito privado y los derechos de las personas ajenas al ámbito político.

"Se han reconocido y salvaguardado los derechos de terceros como son mi familia y mis vecinos, tal y como el juez reconoce en la sentencia", ha afirmado el dirigente popular en un comunicado.

Ha insistido en que "siempre ha de existir un ámbito privado, como es el domicilio de un servidor público, que debe mantenerse ajeno a cualquier actividad pública, y que no debe ser vulnerado por las personas que legítimamente pueden discrepar de esa acción de gobierno".

"Ni siquiera la trascendencia pública ampliada por la curiosidad del público que en estos momentos tienen este tipo de acciones justifica esa intromisión", ha añadido.

Los hechos ocurrieron el 6 de mayo de 2013 durante la marcha emprendida por los Campamentos Dignidad a su paso por Cáceres con la finalidad de protestar por los desahucios.