Absuelven a 61 islamistas y a un cámara de Al Yazira acusados de violencia

El Cairo, 2 feb.- Un tribunal egipcio absolvió hoy a 62 personas, entre ellas un cámara del canal catarí Al Yazira, que estaban acusados de cometer actos de violencia durante protestas de los islamistas en El Cairo el pasado julio.

Una fuente judicial informó a Efe de que la Corte Penal del Norte de El Cairo tomó esta decisión ante la falta de pruebas contra los procesados, detenidos durante los disturbios registrados en la plaza cairota de Ramsés.

Esta sentencia absolutoria contrasta con las de la mayoría de los seguidores de los Hermanos Musulmanes juzgados en casos similares desde el golpe militar que depuso a Mohamed Mursi el pasado 3 de julio, pues han sido condenados a penas de cárcel.

Además, el cámara de Al Yazira Mohamed Badr es el primero de los cinco periodistas de la televisión catarí detenidos en Egipto para el que se decreta la libertad.

Estas 62 personas fueron procesadas por, presuntamente, cometer el pasado julio actos de violencia en Ramsés, intentar irrumpir en la cercana comisaría de Al Ezbekiya y agredir a los policías.

Según la Fiscalía egipcia, todos los acusados eran seguidores de Mursi, y sus actos violentos provocaron heridas a 27 miembros de las fuerzas de seguridad y a 40 civiles.

El abogado de Badr, Said Shaaba, celebró en declaraciones a Al Yazira la sentencia, aunque criticó que estuviera preso durante más de seis meses sin pruebas en su contra, excepto que poseía una cámara.

Al Yazira subrayó que Badr, de nacionalidad egipcia, fue arrestado "mientras cumplía con su deber de cobertura de las manifestaciones y enfrentamientos".

Los otros trabajadores de la televisión catarí detenidos son el australiano Peter Greste, el egipcio con pasaporte canadiense Mohamed Fahmy, y los egipcios Baher Mohamed y Abdalá al Shami.

Los tres primeros, del canal de Al Yazira en inglés, serán presentados ante una corte penal por difundir noticias "falsas" que servían a los intereses de los Hermanos Musulmanes.

Al Yazira ha pedido la liberación inmediata de sus trabajadores en Egipto, donde el canal catarí está en el punto de mira de las autoridades desde el golpe de Estado contra Mursi.