Torrejón de Ardoz.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha señalado hoy que el chivatazo a ETA en el bar Faisán es una "vergüenza sin precedentes" que tenía que haber provocado ya la dimisión no sólo del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sino de todo el Gobierno.
"Buscar una salida al terrorismo de ETA al margen de la ley, del Estado de Derecho y del sentido común es un disparate", ha denunciado la presidenta durante un acto del PP en Torrejón de Ardoz, en el que también ha intervenido el expresidente del Gobierno José María Aznar.
Aguirre ha asegurado que a medida que se van conociendo detalles de las conversaciones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con ETA durante el alto el fuego queda más patente que los socialistas "también en este asunto permanecen firmes en sus errores".
"Y el principal error, por llamarlo suavemente, es insistir en buscar una solución al problema de ETA al margen de la ley. ¡Qué obsesión, la suya!", ha criticado.
La presidenta se ha remontado en el tiempo y ha recordado que el anterior Ejecutivo socialista ya cometió el "error del GAL", que "además de un error era un crimen".
Por eso ha criticado que ahora se sepa que durante el último alto el fuego de ETA los socialistas de nuevo "se pusieron el Estado de Derecho por montera".
"El caso Faisán es una vergüenza sin precedentes, y tenía que haber hecho caer no al ministro del Interior, sino a todo el Gobierno", ha concluido, entre los gritos de ¡Zapatero dimisión! de los asistentes al acto.
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