Alianza egipcia amenaza con boicotear elecciones en protesta por la represión

El Cairo, 27 ene.- La Corriente Democrática, una coalición de grupos liberales y de izquierda de Egipto, amenazó hoy con boicotear las próximas elecciones legislativas si no se cumplen ciertas condiciones como el cese del ministro de Interior, Mohamed Ibrahim.

En una rueda de prensa, varios partidos integrantes de esa alianza denunciaron la muerte de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad el pasado fin de semana, durante el cuarto aniversario de las protestas que llevaron a la caída de Hosni Mubarak.

Especialmente críticos se mostraron con la muerte de la activista socialista Shaima al Sabag, que perdió la vida el sábado por disparos de perdigones en una concentración cerca de la plaza Tahrir de El Cairo.

Su caso ha despertado gran controversia en el país, donde el Ministerio de Interior acusó de lo ocurrido a supuestos miembros de los Hermanos Musulmanes infiltrados, mientras circulan en internet vídeos que muestran a la Policía disparando contra los manifestantes y a la activista desplomándose ensangrentada en el lugar.

El dirigente de la Corriente Popular (miembro de Corriente Democrática), Raied Salama, dijo a Efe que su grupo está pensando boicotear las legislativas, que se celebrarán entre los próximos marzo y abril.

Explicó que han condicionado su participación a que se cumplan condiciones como la salida del ministro de Interior o la modificación de leyes como la que limita las protestas.

También exigieron que se lleve a cabo una investigación "transparente" del asesinato de Al Sabag, que se libere a todas las personas detenidas por violar la ley de manifestaciones y que se reforme el Ministerio de Interior.

Durante el aniversario del 25 de enero, una veintena de personas murió en distintos actos de violencia en el país, donde se registraron choques entre policías y manifestantes.

Salama consideró que la crisis persiste en Egipto porque "no ha habido ningún cambio desde 2011 y no se han incorporado elementos como la justicia social y la democracia".

Las autoridades siguen reprimiendo a los islamistas y los jóvenes activistas desde que en julio de 2013 el Ejército depuso al presidente Mohamed Mursi, miembro de los Hermanos Musulmanes, grupo que a finales de ese año fue declarado terrorista.