Alianza electoral opositora caldea el debate político en Uruguay

  • Una alianza electoral lanzada esta semana por los partidos tradicionales uruguayos ha caldeado el debate político entre los que ven en ese plan una verdadera alternativa de poder y los que lo consideran un intento desesperado de frenar la hegemonía de la izquierda en los últimos años.

Raúl Cortés

Montevideo, 1 nov.- Una alianza electoral lanzada esta semana por los partidos tradicionales uruguayos ha caldeado el debate político entre los que ven en ese plan una verdadera alternativa de poder y los que lo consideran un intento desesperado de frenar la hegemonía de la izquierda en los últimos años.

Después de 17 meses de idas y venidas, los partidos Colorado y Nacional (Blanco), que marcaron el histórico período de bipartidismo en la nación suramericana durante casi todo el siglo XX, presentaron el lunes públicamente un inédito pacto para competir por la Intendencia (Alcaldía) de Montevideo en 2015.

El objetivo es terminar con el dominio que el Frente Amplio (FA) ejerce desde hace un cuarto de siglo en la capital, pero podría esconder una estrategia para derrotar a la larga al oficialismo a nivel nacional, donde el bloque de izquierdas tiene la batuta desde hace ya ocho años.

El Partido de la Concertación es el fruto de la alianza entre colorados y blancos, que niegan haber copiado el nombre del modelo de la centro-izquierda chilena y que antes de ser bautizado así fue acuñado con cierta sorna por sus detractores como el partido "rosado".

Aunque el acuerdo no apunta a los comicios generales de 2014, algunos ven en ella un vuelco histórico en el tablero político nacional y un signo de los tiempos que vendrán, como el presidente José Mujica.

El exguerrillero de 78 años, que terminará sus cinco años de gestión en 2015, es el segundo presidente del FA en la historia nacional, después de Tabaré Vázquez (2005-2010), que terminó con el control de las fuerzas tradicionales y que es el mejor situado en las encuestas para ganar las próximas elecciones generales en 2014.

Los partidos Colorado y Nacional "van a tender a desdibujar su identidad y a crear una identidad común", afirmó Mujica, para quien "parecería que Uruguay estaría caminando de vuelta a un bipartidismo".

"Los colorados no se pueden quejar" porque "estuvieron noventa y pico de años con la sartén por el mango", agregó en alusión al período bipartidista, en el que lo blancos solamente llegaron a la Presidencia en dos ocasiones durante décadas.

El secretario general del Partido Colorado, Max Sapolinski, aseguró esta semana que a pesar del pacto "los nacionalistas van a seguir siendo blancos como hueso de bagual (caballo no domado) y los colorados van a seguir siendo colorados como sangre de toro".

Sin embargo, el ministro uruguayo de Defensa, el exguerrillero tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro, cercano a Mujica, fue todavía más lejos que el mandatario al señalar sobre la alianza opositora: "Nos hacen un inmenso favor. La próxima que viene es para las elecciones nacionales".

Fernández Huidobro estuvo en el ojo de la tormenta porque además señaló que en el pasado los pactos electorales entre los partidos tradicionales se hacían "con taparrabos, con una hojita de parra" y "ahora es en bolas nomás".

En respuesta los políticos colorados y blancos se refirieron a esos dichos y al que los pronunció con expresiones como "vergüenza", "baja estofa" y "nivel de cloaca", a través de la red social Twitter.

Polémicas aparte, la pregunta que todos deben estar haciéndose ahora es si estamos frente a una auténtica alternativa de poder.

Según encuesta difundida por la consultora Cifra el 23 de octubre, en las elecciones a la Intendencia de Montevideo el 34 % votaría por el Frente Amplio, el 17 % por el Partido Nacional, el 10 % por el Colorado, el 7 % por una coalición entre estos dos últimos grupos y un 32 % diría que no sabe ni contesta.

La igualdad, el alto número de indecisos y el hecho de que desde hace aproximadamente tres años la mayoría de los montevideanos juzgue negativamente la gestión del gobierno capitalino apuntan a una disputa reñida.

Otro cantar son los comicios generales de 2014, en los que según un sondeo de la consultora Factum divulgado el pasado 25 de octubre, el 42% de los votantes se inclinaría por el FA, el 25% por el Partido Nacional y el 16% por el Colorado, mientras el restante lo haría por fuerzas menores o no sabe ni contesta.

En ese caso, sin embargo, existe a posibilidad de celebrar una segunda vuelta que normalmente debería acabar dándole el triunfo al que más votos obtuvo en la primera, como sucedió con Mujica en las elecciones de 2009.

Eso si no gana en la primera votación el casi seguro candidato del FA, Tabaré Vázquez, que en agosto tenía un 62 % de popularidad, según una encuesta de Equipos Mori.

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