Amnistía acusa a palestinos armados de crímenes de guerra en la crisis de gaza de 2014


Amnistía Internacional (AI) aseguró este jueves que los grupos armados palestinos mostraron una “falta flagrante de respeto por la vida de los civiles” al realizar reiterados ataques indiscriminados con cohetes y bombas de mortero contra zonas civiles de Israel durante el conflicto de Gaza de julio y agosto de 2014.
En su informe ‘Ilegítimos y mortíferos: los ataques con cohetes y bombas de mortero efectuados por grupos armados palestinos durante el conflicto de Gaza e Israel de 2014’, AI sentencia que varios ataques lanzados desde Gaza constituyeron crímenes de guerra.
Según datos de la ONU, durante el conflicto se dispararon más de 4.800 cohetes y 1.700 bombas de mortero desde Gaza hacia Israel. Se calcula que alrededor de 224 de los miles de proyectiles disparados cayeron en zonas residenciales israelíes y que el sistema israelí de defensa antimisiles denominado ‘Cúpula de Hierro’ interceptó muchos otros.
La organización afirmó que esos ataques mataron en Israel a seis civiles, entre ellos un niño de cuatro años (de cuyo fallecimiento se responsabilizaron las Brigadas de Al-Qassam, brazo militar de Hamás), durante los 50 días que duró la ofensiva militar israelí en Gaza (del 8 de julio al 26 de agosto), bautizada como ‘Margen Protector’.
Además, recoge en su informe que el incidente más mortal que se cree que fue causado por un ataque palestino provocó la muerte de 13 civiles palestinos, entre ellos 11 niños, al caer un proyectil disparado desde Gaza en el campo de refugiados de Al Shati.
“Los grupos armados palestinos, entre ellos el brazo armado de Hamás, lanzaron durante el conflicto reiterados ataques ilegítimos que mataron a seis civiles e hirieron a muchos más. Con estos ataques dieron muestra de una falta flagrante de respeto por el derecho internacional humanitario, sin que les preocuparan tampoco las consecuencias de sus infracciones para la población civil de Israel y de la Franja de Gaza", manifestó Phillip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
ATAQUES INDISCRIMINADOS
Amnistía Internacional recalcó que todos los cohetes utilizados por los grupos armados palestinos son proyectiles no guiados, de manera que no pueden dirigirse con precisión contra objetivos específicos y son por naturaleza de efecto indiscriminado.
“El empleo de este tipo de armas está prohibido por el derecho internacional y constituye un crimen de guerra. Los proyectiles de mortero son munición poco precisa, que no debe utilizarse jamás contra objetivos militares situados dentro o cerca de zonas civiles”, añadió.
En este sentido, Luther instó a los grupos armados palestinos a dejar de realizar ataques directos e indiscriminados contra civiles. “Deben tomar también todas las precauciones posibles para proteger a la población civil de la Franja de Gaza de los efectos de tales ataques. Con tal fin tienen que adoptar todas las medidas posibles para que no haya combatientes ni armamento dentro de zonas densamente pobladas ni en sus inmediaciones", apostilló.
Por otro lado, AI apuntó que al menos 1.585 civiles palestinos, entre ellos más de 530 niños, murieron en Gaza y al menos 16.245 viviendas fueron destruidas o quedaron inhabitables durante el conflicto debido a los ataques israelíes, algunos de los cuales también constituyeron crímenes de guerra.
Luther explicó que “los devastadores efectos de los ataques israelíes efectuados contra civiles palestinos durante el conflicto son innegables, pero las infracciones que cometa una de las partes en un conflicto no justifican jamás las de la otra".
“El hecho de que los grupos armados palestinos parezcan haber perpetrado crímenes de guerra al disparar cohetes y proyectiles de mortero de efecto indiscriminado no exonera a las fuerzas israelíes de las obligaciones que deben cumplir en virtud del derecho internacional humanitario. La destrucción y las cifras de muertos y heridos que provocó la guerra entre 1,8 millones de habitantes de la Franja de Gaza no tienen precedentes y algunos de los ataques israelíes deben investigarse en tanto que crímenes de guerra”, agregó.
Por ello, abogó por que las autoridades israelíes y palestinas cooperen con las indagaciones de la comisión de investigación de la ONU y la Corte Penal Internacional para “poner fin a decenios de impunidad, en los que se ha perpetuado una espiral de violaciones del derecho internacional que se ha cobrado en las poblaciones civiles de ambos bandos un alto precio”.
BEDUINOS ISRAELÍES
Por otra parte, Amnistía pone también de relieve la falta de medidas de las autoridades israelíes para proteger debidamente a la población civil de las comunidades vulnerables durante el conflicto, en particular a los pueblos beduinos de la región del Néguev, muchos de los cuales no están reconocidos oficialmente por el Gobierno israelí.
Las autoridades israelíes han clasificado a la mayoría de los pueblos beduinos como "zonas abiertas" no residenciales, por lo que el sistema ‘Cúpula de Hierro’ no intercepta los cohetes allí y no hay tampoco refugios antiaéreos, cuando en los pueblos beduinos del sur de Israel viven más de 100.000 personas.
En el informe de AI se describen también otras violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por los grupos armados palestinos durante el conflicto, como el almacenamiento de cohetes y otras municiones en edificios civiles, incluidas escuelas de la ONU, y casos en los que los grupos palestinos armados lanzaron ataques o almacenaron munición muy cerca de lugares donde habían buscado refugio centenares de civiles desplazados.
“La comunidad internacional debe ayudar a prevenir que se cometen nuevas violaciones graves del derecho internacional humanitario, abordando la arraigada impunidad y poniendo fin a las transferencias a los grupos armados palestinos y a Israel de todo tipo de armas y material militar que puedan ser utilizados para cometer tales violaciones", concluyó Luther.

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