Amnistía condena la nueva "confesión" televisada de ashtiani


Amnistía Internacional (AI) condenó este viernes que el canal de noticias Press TV, controlado por el Estado iraní, emita una nueva "confesión" de Sakineh Mohammadi Ashtiani, una mujer que se enfrenta a una pena de muerte por lapidación o en la horca.
El director adjunto del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de AI, Philip Luther, señaló que, en el caso de que se realice esta "confesión", "no debe subestimarse el impacto que puede tener en el caso".
"Si las autoridades pretenden utilizar esta 'confesión' para fabricar una nueva causa en su contra, por un delito por el que ya ha sido juzgada y condenada, Amnistía Internacional lo condenará rotundamente", zanjó.
Ashtiani fue condenada a 10 años de prisión en 2006 por el asesinato de su esposo. Según su abogado, la sentencia condenatoria fue modificada posteriormente por la de "complicidad" y la condena se redujo a cinco años. Además, también fue condenada a morir lapidada por "adulterio durante el matrimonio".
Por ello, permanece recluida en la prisión de Tabriz, en la provincia de Azerbaiyán Oriental, en espera del resultado de la revisión judicial de la condena de lapidación.
Según varios medios de comunicación, un equipo de producción de Press TV recogió a Ashtiani de la prisión, junto con su hijo Sajjad Qaderzadeh, que también estaba detenido, y los llevó a su domicilio para realizar un "relato visual del delito en el lugar de los hechos", al parecer para un "documental".
Amnistía recordó que las normas internacionales para juicios justos garantizan el derecho de toda persona a no ser obligada a "autoincriminarse" ni a confesarse culpable.
"Parece que las autoridades iraníes están utilizando a los medios de comunicación de su país para presentar a Sakineh Mohammadi Ashtiani como una peligrosa delincuente que merece ser ejecutada. Sakineh Mohammadi Ashtiani no debe ser ejecutada por ningún medio y si permanece recluida únicamente por haber mantenido relaciones sexuales consensuadas, las autoridades iraníes deben ponerla en libertad", concluyó Luther.

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