Amnistía ve “fuera de control” la tortura y los malos tratos de policías y militares en méxico


Amnistía Internacional (AI) aseguró hoy que la tortura y los malos tratos de la Policía y las Fuerzas Armadas en México “están fuera de control”, puesto que las denuncias han aumentado en un 600% en el último decenio. Esta organización criticó que esto suceda mientras las autoridades de este país “guardan silencio”, por lo que pidió al Gobierno de Enrique Peña Nieto que aplique medidas con urgencia para acabar con estas prácticas.
En un informe titulado ‘Fuera de control: tortura y otros malos tratos en México’, AI analiza este “preocupante aumento” del uso de la tortura y otros malos tratos en este país, y el clima imperante de impunidad y tolerancia hacia estas prácticas, puesto que sólo siete torturadores han sido declarados culpables en los tribunales federales y el número de perpetradores enjuiciados en los tribunales estatales es menor.
"Las autoridades no pueden seguir mirando para otro lado. El hecho de que apenas se apliquen las salvaguardias para prevenir la tortura y otros malos tratos, y que las investigaciones sobre las denuncias a menudo minimicen la gravedad de los abusos y estén predispuestas contra la persona denunciante, son una clara indicación de que el gobierno no protege los derechos humanos", afirmó Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para América.
"AMENAZA REAL"
Rosas indicó que “el alarmante aumento del uso de la tortura significa que existe una amenaza real de malos tratos para cualquier persona en México” y añadió que, según una encuesta encargada por Amnistía Internacional, el 64% de los mexicanos encuestados declararon tener miedo de sufrir tortura en caso de ser puestos bajo custodia.
El informe, el primero de cinco investigaciones de países que AI publicará en el marco de la campaña ‘Stop Tortura’, señala que la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) recibió entre 2010 y 2013 más de 7.000 quejas por torturas y otros malos tratos.
La investigación incluye los casos de más de 20 personas que aseguraron a Amnistía Internacional haber sido objeto de palizas, amenazas de muerte, violencia sexual, descargas eléctricas y prácticas asfixiantes a manos de policías o miembros de las fuerzas armadas, a menudo con el fin de obtener “confesiones” o para que incriminasen a otras personas en delitos graves.
Amnistía señala que, a pesar de que la ley lo prohíbe, el sistema de justicia penal mexicano sigue admitiendo pruebas obtenidas por detención arbitraria o tortura, lo cual se traduce en la persistencia de estas prácticas y en juicios sin garantías y condenas dudosas.
DENUNCIAS "DEFICIENTES"
Asimismo, esta organización destacó que las escasas investigaciones oficiales que se llevan a cabo sobre las denuncias de tortura en México suelen ser “deficientes” y que el procedimiento pericial especial de la Procuraduría General de la República para investigar los casos de torturas y otros malos tratos a menudo incumple las normas internacionales establecidas en el Protocolo de Estambul.
"La ausencia de investigaciones creíbles y exhaustivas sobre las denuncias de tortura supone un abuso por partida doble. Si las autoridades no recaban pruebas de los malos tratos, las víctimas carecen de la posibilidad de resarcimiento y no pueden demostrar que sus ‘confesiones’ han sido obtenidas mediante coacción," recalcó Erika Guevara Rosas, quien reclamó revisar “a fondo” la investigación de las denuncias de torturas y otros malos tratos y que las autoridades garanticen que las pruebas recabadas por expertos médicos independientes sean admitidas en los procedimientos judiciales.
El informe incluye una serie de medidas para prevenir, investigar y castigar la tortura y otros malos tratos en México, como que "el Gobierno reconozca la verdadera magnitud de la tortura y se comprometa públicamente a luchar contra esta grave violación de los derechos humanos como máxima prioridad".

Mostrar comentarios