(ampliación) navarra. La consejera de hacienda niega cualquier injerencia y seguirá en el cargo


La consejera de Hacienda del Gobierno de Navarra, Lourdes Goicoechea, negó este lunes haber cometido "injerencias" en la labor de la exdirectora de la Hacienda foral, Idoia Nieves, en favor de clientes de su asesoría fiscal, y avanzó que tiene intención de seguir en el cargo.
Goicoechea respondió con un doble "no" a la primera pregunta que se le formuló en su comparecencia en la comisión de investigación parlamentaria que se ha constituido en la Cámara autonómica tras las denuncias de "injerencias" por su parte que formuló Nieves al presentar su dimisión el pasado mes de enero, y que se suspendió al filo de las 22.00 horas, tras tres horas y media de declaración
La doble pregunta, del portavoz de UPN Carlos García Adanero, se refería a si la consejera había solicitado el Plan de Inspección Fiscal a Nieves en una comida que está atestiguado que compartieron o bien en algún momento posterior.
Goicoechea respondió también con un doble "no, nunca" a las preguntas siguientes acerca de si había cometido tales "injerencias" o, más específicamente, si había pedido algún "trato de favor" para los clientes de su asesoría fiscal.
A preguntas posteriores del portavoz del PSN, Pedro Rascón, Goicoechea aseguró que su relación con Nieves era “profesional pero cordial y de buena sintonía” e incluso le había invitado a su casa a cenar en varias ocasiones, y tachó de contradicción la frialdad y falta de confianza que percibió la directora de la Hacienda foral con el correo de felicitación que le envió por su nombramiento como consejera.
Reconoció que también mantenía amistad con algunos de sus anteriores clientes en la asesoría, pero puntualizando que desde que tomó posesión del cargo de consejera apenas se pasó por ella más que para ir a buscar en alguna ocasión a su marido, que sigue en ella.
CAJA NAVARRA Y CONSERVAS ALMANAQUE
Sobre su presunta injerencia en favor de Caja Navarra, Goicoechea dijo que no pidió los documentos sobre retribuciones y dietas de sus consejeros, uno de los cuales era la presidenta navarra, Yolanda Barcina, sino que se limitó a preguntar a Nieves a quién le correspondía tener los formularios correspondientes en caso de que Caja Navarra los solicitara, y una vez se le dijo que no le competía a ella como Protectorado de la entidad sino a Caixabank, ya no volvió a preguntar más.
Testificó también que, en el caso de la propia Barcina, no pidió el formulario correspondiente a petición suya, sino que le recomendó que lo consultara en su propia declaración fiscal. Indicó también que no recuerda que la presidenta le pidiera ayuda concreta el 22 de abril de 2013, cuando tuvieron una reunión ya acreditada y la prensa local barajaba la posible dimisión de Barcina por el escándalo de las dietas.
Sobre el caso de Conservas Almanaque, reiteró su versión de que sólo pidió a Nieves que tuviera en cuenta la difícil situación en que su propietario se encontraba, después de sufrir un accidente que le puso al borde de la muerte, y el que se tratara de una empresa de sólo cuatro trabajadores. Sin embargo, aseguró que sólo fue por la “circunstancia personal” del propietario, no porque se tratara de un excliente de su asesoría, y lo calificó como “una excepción porque fue un tema muy particular” y en ningún caso por beneficiarse ni pidiendo un trato de favor. Para apuntalar su tesis, recordó que la tramitación siguió su cauce sin que ella volviera a intervenir. Ahora bien, reconoció que si hubiera sabido que Nieves iba a hacer la interpretación que ha hecho del caso, no habría intercedido por Conservas Almanaque.
UNIVERSIDAD Y DEVOLUCIÓN DEL IVA
Sobre el caso de la Universidad de Navarra, justificó sus quejas ante Idoia Nieves y el jefe de unidad que tramitaba su expediente porque el 1 de enero de 2012 se había cambiado la regulación que entendía la enseñanza gratuita a hijos de profesores como retribuciones en especie y, sin embargo, se le investigara por los cuatro años anteriores cuando llevaba 55 ó 60 años sufragándolas de esa manera.
Admitió que le confesó a Nieves que esa investigación le parecía “una faena” y no “una buena política”, que le preguntó qué criterios se estaban utilizando y que le comunicó que se la trasladaría a Barcina habida cuenta de que la Universidad era un contribuyente muy importante para la comunidad. Pero también aquí, Goicoechea negó que se tratara de una interferencia, pues sólo le manifestó su “opinión” y lo discutió, aunque no como superior jerárquico como le instó a reconocer Rascón, y, en cualquier caso, serían los tribunales quienes iban a dilucidar el asunto.
Finalmente, en cuanto al tema del retraso de un mes en la devolución del IVA a las empresas navarras, Goicoechea sí reconoció que Barcina intervino en la decisión, pero la atribuyó a la disminución en las previsiones de ingresos, la “obligación legal” de cumplir con el objetivo de déficit, la imposibilidad de obtener dinero de otra manera y la no conveniencia de reducir el gasto. Además, justificó que esta medida ya se había tomado el año anterior, calificó el plazo de “asumible” y añadió que se hizo de manera que afectara a las empresas exportadoras y no a las que tenían pendiente un ingreso inferior a 50.000 euros, las pequeñas empresas.
Rascón solicitó que se deduzca testimonio de lo dicho y hecho por la consejera, porque entiende que hay indicios suficientes de que podría haber cometido tráfico de influencias. Algo que refutó el portavoz de UPN Carlos García Adanero, que recordó que esa deducción ha de aprobarla por mayoría la comisión una vez presente sus conclusiones. El presidente de la misma, el también socialista Juan José Lizarbe, si bien no vio ninguna objeción a escuchar esa petición en ese momento.
BILDU Y APLAZAMIENTO
El portavoz de Bildu Nafarroa, Maiorga Ramírez, le preguntó si era consciente de la situación que habían creado las revelaciones de Nieves, a lo que Goicoechea respondió que aún había que probarlas, mientras que la decisión sobre las devoluciones del IVA se tomó porque se pensó que eran las mejores en su momento.
También le preguntó si sus reuniones con miembros del Gobierno y de UPN le habían hecho pasar de negar todas las acusaciones de Nieves a reconocerlas en parte. Goicoechea negó que haya cambiado su versión para hacerla coherente en las tres o cuatro reuniones que admitió haber mantenido con Barcina desde entonces, y también aseguró que no había incurrido en incompatibilidades al causar baja en todas las empresas cuyo Consejo de Administración pertenecía al tomar posesión del cargo.
Seguidamente, defendió que la prórroga de plazos de pago a Conservas Almanaque fue legal, aunque hubiera sido cliente suya, y que su comportamiento había sido plenamente rigurosa y vigilante para que Hacienda cobrara sus tributos de acuerdo con los ingresos de las empresas; ahora bien, señaló que había que asentar criterios legales en casos particulares como el de la Universidad de Navarra.
Goicoechea hizo estas excepciones compatibles con su celo por el cumplimiento del déficit, que se habría visto beneficiado si hubiera cosechado también sus ingresos. En este sentido, deslindó la decisión del retraso en la devolución del IVA del repunte del paro que le recriminó Ramírez , especialmente en la empresas exportadoras, y que coincidió con aquella decisión, pues a su juicio harían falta estudios más pormenorizados que ella misma reconoció que no solicitó.
Dijo que no tenía ningún interés en el Plan de Inspección Fiscal que Nieves asegura que solicitó conocer, ni siquiera como asesora fiscal de empresas investigadas; insistió en que no se interesó por saber quién tenía que tener los documentos sobre dietas en Caja Navarra por el hecho de que la cúpula de UPN se viera afectada por el escándalo y aseguró que la investigación sobre la enseñanza gratuita a hijos de profesores entendida como pago en especie le habría sorprendido igualmente si afectara a cualquier otro de los centros educativos que la practican.
La consejera aseguró que conocía que Barcina había ofrecido primero el cargo a Idoia Nieves y que ella misma se lo sugirió, pues ella no quería ser nombrada, pero, cuando el portavoz de Bildu le preguntó si ahora quería mantenerlo, Goicoechea respondió: “Seguiremos”.
Al término de la intervención de Maiorga Ramírez, Lizarbe comunicó que se suspendía la sesión y que se reanudaría este martes a las 10.00 horas, dejando la comparecencia de Barcina, prevista para esa hora, para la tarde. Goicoechea preguntó: “¿No podemos seguir?”, y desde UPN se sugirió que la decisión debía tomarla la comisión por mayoría, pero finalmente se impuso la de su presidente.

Mostrar comentarios