(ampliación) ultras. Cardenal: “nuestro fútbol no es de los más peligrosos del mundo”


El secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, afirmó este martes que el fútbol español no es “de los más peligrosos del mundo”, pese a lo cual el Gobierno está decidido a erradicar la violencia asociada a este deporte, ya sea física o mediante cánticos “rechazables y sancionables” que se escuchan en los estadios.
Así lo aseguró Cardenal en una sesión conjunta de las comisiones de Interior y de Educación y Deporte del Congreso de los Diputados, en la que también compareció el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.
Ambos habían solicitado intervenir en la Cámara Baja de después de que Francisco Javier Romero Taboada ‘Jimmy’, aficionado radical del Deportivo de La Coruña, falleciera en una reyerta con ultras del Atlético de Madrid el pasado 30 de noviembre en los aledaños del Estadio Vicente Calderón.
“Me siento responsable de lo que pasó, por supuesto”, indicó Cardenal en el turno de contestación a los portavoces de los grupos parlamentarios, al tiempo que señaló que lo que ocurrió fue “extraordinariamente grave” y, por ello, trabaja “desde ese día” en esclarecer los hechos.
No obstante, precisó que ésa no es “la realidad habitual” del fútbol español y recordó que la final de la última edición de la Champions League, disputada en Lisboa (Portugal) entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, fue “un ejemplo ante el mundo” porque transcurrió “sin un solo incidente” cuando hasta esa ciudad se desplazaron decenas de miles de aficionados españoles.
A este respecto, insistió en que “el gravísimo acontecimiento” del 30 de noviembre en Madrid “no nos debe llevar a desfigurar la realidad de la lucha contra la violencia en el fútbol español”, ya que, según añadió, “nuestro fútbol no es de los más peligrosos del mundo”, hasta el punto de que afirmó que España cuenta con uno de los sistemas de seguridad “más eficaces” del planeta.
CIERRE DE LAS GRADAS
No obstante, subrayó que conviene “llevar mucho más allá” las acciones que se venían desarrollando para atajar la violencia asociada al deporte, con medidas que responden a “muchas de las demandas que nos está dirigiendo” la sociedad.
Cardenal indicó que los expertos policiales desaconsejaron la suspensión del partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña y consideró “una buena práctica” la separación entre política y deporte para evitar que éste sirva como instrumento para justificar determinadas ideologías a través de actitudes y símbolos.
Respecto del cierre parcial de las gradas de los campos, Cardenal apuntó que esta medida “no está contemplada” en la legislación española y que desde que en 2007 se aprobara la Ley contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, no se han cerrado estadios ni se han descontado puntos en la clasificación de equipos que vulneren esta norma.
"CAMINO SIN RETORNO"
Anteriormente, en su primera exposición ante los diputados, Cardenal aseguró que el objetivo marcado por el Gobierno, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de erradicar la violencia en este deporte “es un camino sin retorno y sin vuelta atrás”.
Cardenal agradeció “la extraordinaria movilización social” producida después de los incidentes entre ultras del Frente Atlético y de los Riazor Blues el pasado 30 de diciembre. “Los ciudadanos nos han indicado el medio por el que debemos seguir para la completa erradicación de la violencia en el ámbito del fútbol”, añadió.
En este sentido, apuntó que el pasado 30 de noviembre marcará “un antes y un después” sobre la violencia en el deporte y señaló que “el mundo del fútbol”, representado por la RFEF y la LFP, “ha estado a la altura de las circunstancias”.
Cardenal subrayó que desde entonces se ha creado “un ambiente no conocido en la historia de nuestro fútbol”, en el sentido de que “la repulsa y el hartazgo” contra la violencia han provocado “reacciones por doquier”, con lo que “merece la pena” erradicar las conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes.
“He comprometido mi palabra a no escatimar esfuerzo alguno”, indicó Cardenal, antes de mostrar “el más firme compromiso del Gobierno a la eliminación de conductas puntuales que deben ser objeto del mayor de los rechazos”.
ACABAR EL “TRABAJO” INICIADO EN 1990
Cardenal hizo un repaso por los principales acontecimientos que se han sucedido desde los incidentes entres ultras del Atlético de Madrid y del Deportivo de La Coruña, como sendas reuniones de la Comisión Antiviolencia, que ha anunciado medidas que serán una realidad como muy tarde el próximo 15 de diciembre, entre ellas el cierre parcial o total de las gradas, el descuento de puntos para los equipos en la clasificación, la figura del oficial de partidos que recoja cánticos que inciten a la violencia y la puesta en marcha de tornos que recojan el reconocimiento facial o huellas dactilares de aficionados.
El secretario de Estado para el Deporte, que defendió que “España es un referente mundial” en materia de seguridad en el deporte, recordó que a principios de la pasada década de los 90 se producían conductas hoy desterradas en los estadios, como beber alcohol y lanzar bengalas, y no había tornos informatizados, cámaras de seguridad ni entradas numeradas.
Con ello, indicó que los impulsores de la Ley del Deporte de 1990 “transformaron la paz de nuestro fútbol y toca ahora acabar ese trabajo”.

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