Andrej Babis, el magnate que pone patas arriba la política checa

  • El magnate Andrej Babis ha puesto en aprietos el sistema político tradicional de la República Checa, donde ha logrado hoy quedar segundo con su partido "ANO 2011" al participar por primera vez en unas elecciones parlamentarias.

Praga, 26 oct.- El magnate Andrej Babis ha puesto en aprietos el sistema político tradicional de la República Checa, donde ha logrado hoy quedar segundo con su partido "ANO 2011" al participar por primera vez en unas elecciones parlamentarias.

Con una fortuna personal 1.500 millones de euros (más de 2.000 millones de dólares), este empresario del sector agroquímico y de origen eslovaco es el segundo hombre más rico del país centroeuropeo.

En 2011 fundó la "Alianza de Ciudadanos Descontentos" (ANO 2011), que en los últimos meses se fue convirtiendo en un nuevo factor a tener en cuenta en la política checa, azotada por un larga serie de escándalos de corrupción.

Ahora, con el segundo puesto en las elecciones adelantadas, con el 18,7 por ciento de los votos y a menos de dos puntos porcentuales de los ganadores socialdemócratas, Babis será sin duda la pieza clave para la formación de gobierno.

El empresario, de 59 años, que ha invertido millones de euros de su propio dinero en la campaña, se presentó como un "antipolítico" y criticó duramente un sistema que, según él, genera líderes ineptos que sólo buscan su propio beneficio.

"Tenemos una pseudodemocracia en la que celebramos elecciones cada cuatro años y eso es todo", insistió a lo largo de su campaña.

Sus diatribas no le han impedido rodearse de conocidas personalidades con pasado político como Martin Jahn, exministro de Economía, o Pavel Telicka, el primer comisario europeo checo tras la adhesión checa a la Unión Europea en 2004.

El empresario comenzó a hacer fortuna en el sector agroquímico en los primeros años tras la caída del comunismo en 1989.

Babis es propietario único del gigante Agrofert, un holding con una plantilla de 34.000 personas que aglutina 200 empresas en la República Checa y otros cinco países.

Parte de su infancia la pasó en París, donde su padre ejerció puestos directivos en empresas checoslovacas de comercio exterior.

El propio Babis fue miembro del partido comunista entre 1980 y 1989, si bien impugnó en los tribunales las acusaciones de ser confidente de la policía política comunista Stb.

El principal eslogan de su campaña electoral fue "no somos políticos, nosotros trabajamos", con lo que ha respondido a la generalizada desilusión ciudadana con la clase política checa, sacudida desde hace años por escándalos de corrupción.

Gracias a su riqueza el empresario ha parecido omnipresente durante la campaña, con pancartas y carteles por todo el país, incluyendo paradas de metro y autobús.

También ha participado de forma personal en el reparto de comida entre sus potenciales electores en numerosos mítines.

"No soy político, pero me he visto obligado a hacer política", es uno de los mensajes más repetidos de Babis.

Su programa pasa por una moneda checa (la corona) más barata en lugar de adoptar el euro, un aparato estatal con compras centralizadas y duplicar el presupuesto para carreteras y autopistas.

Además, quiere aumentar el control de los políticos a través de declaraciones de bienes.

Babis está divorciado y casado por segunda vez, y es padre de dos hijos de su actual esposa, Monika Babisova.

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