Antonio, el del anuncio de la Lotería de 2014, continúa 'celebrando' el premio

  • Es el segundo año en el que Antonio, dueño del bar del anuncio de la Lotería de 2014, muestra su vida después de que ganar El Gordo.

    Lejos de esta divertida versión está la de este 2016, en el que una entrañable anciana cree haber ganado el sorteo y los vecinos del pueblo la siguen la corriente.

Super 8 Producciones, Fénix Producciones
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L.D.
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Los anuncios de la Lotería de Navidad tienen la capacidad de perdurar en el tiempo. El calvo de la Lotería o el esperpéntico coro formado por Montserrat Caballé y Raphael, entre otros, ya son parte del imaginario colectivo español. Pero, sin lugar a dudas, la versión de 2014 fue una de las que más calado tuvo.

Cuando Manuel descubría que El Gordo había tocado en el bar del barrio el mundo se derrumbaba ante sus ojos. Su mala situación financiera había evitado que adquiriese una de los números premiados. Ante la insistencia de su mujer decidía felicitar a los ganadores y bajar al bar. Por suerte, Antonio, el dueño del bar había guardado un número para su cliente y amigo en uno de los momentos más enternecedores de la historia de la publicidad.

Pero un año después descubríamos que no todo era tan bucólico como creíamos:

Antonio y Manuel se habían fugado con sus décimos a Ibiza. "Es que me lías, Manu, es que me lías", reprochaba Antonio a las cenizas de Manuel, que no pudo aguantar el ritmo de desenfreno que pueden costear "800.000 pavos" en un año. Descubrimos también que María, esposa de Manu, acabó interna en un manicomio.

Si ésta amarga realidad parecía poco, descubrimos que en 2016 las cosas no han cambiado:

En este caso descubrimos que la ganadora de El Gordo es una anciana. Aunque sólo por un corto período de tiempo. La señora en este caso muere de alegría, no como en la versión oficial de 2016, donde la protagonista festeja con sus vecinos su imaginaria victoria.

Tras el fallecimiento su enfermera (María Barranco) le arrebata el número premiado, ya que ésta no lo podrá disfrutar. Decide ir al confesonario para lograr el perdón del cura. Aunque todavía no ha pecado "tengo clarísimo que voy a pecar de todas las maneras", afirma la protagonista.

El cura pide a la fiel que le dé el décimo a la Iglesia, que es la que debe heredar el dinero de la difunta. Descubrimos entonces que es Antonio, tras un año de redención en el seno de la Iglesia católica, el que se escondía en el confesonario. Pero el año de arrepentimiento no sirve para eliminar sus vicios. El corto termina con Antonio en la cama con la ex mujer de Manuel. Y Manuel haciendo de cenicero.

Estas continuaciones humorísticas han sido realizadas por Super 8 Producciones y Fénix Producciones. Buscando alargar con un tono cínico y amargo la entrañable historia que conmovió a España en 2014. La primera secuela logró casi 2 millones de visitas, por lo que no sería de extrañar que la de 2016 logre un reconocimiento similar.

Las parodias del anuncio quieren dar un toque oscuro a las almibaradas versiones a las que estamos acostumbrados en los últimos años. En este caso el spot finaliza alegando que "no te arrepientas de lo que puedas llegar a hacer". Por lo que si vas a confesarte de antemano, no des el décimo al cura.

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