Argel rechaza una intervención extranjera en Libia pero acepta una mediación

  • París.- El ministro argelino de Exteriores, Murad Medelci, aseguró estar "en contra de una intervención extranjera" en Libia, aunque aceptó la posibilidad de una mediación externa entre el régimen de Gadafi y el Consejo Nacional de Transición.

Fuerte bombardeo sobre el área residencial del enclave petrolero de Ras Lanuf
Fuerte bombardeo sobre el área residencial del enclave petrolero de Ras Lanuf

París.- El ministro argelino de Exteriores, Murad Medelci, aseguró estar "en contra de una intervención extranjera" en Libia, aunque aceptó la posibilidad de una mediación externa entre el régimen de Gadafi y el Consejo Nacional de Transición.

En una entrevista publicada hoy por el vespertino galo "Le Monde", Medelci advirtió de las consecuencias de la entrada de tropas de otros países en Libia, que puede "alimentar el terrorismo", pero calificó de "deseable" tratar de fomentar un acuerdo entre los dos bandos.

"Ya se conocen los resultados de anteriores intervenciones extranjeras" en otros países, afirmó el mandatario, quien se mostró "inquieto" porque "el uso de las armas se ha vuelto incontrolable" en Libia.

El ministro de Exteriores mostró su comprensión por el hecho de que los mensajes de la comunidad internacional sean "cada vez más firmes", y expresó su convicción de que si la situación de incertidumbre se prolonga el Consejo de Seguridad de la ONU adoptará medidas.

Medelci aseveró también que la situación que vive Argelia actualmente es muy diferente a la de Túnez o Egipto, donde los regímenes de Zine El Abidín Ben Alí y Hosni Mubarak fueron derrocados por revueltas populares.

"Argelia es un país plural, ningún partido es capaz de adoptar una ley por su cuenta", puntualizó el diplomático, para quien el país "ya vivió su transformación en 1988, aunque esa revolución fue camuflada por el hecho de que se vivieron después diez años de tragedia nacional".

El ministro argelino también se pronunció sobre el anuncio del rey de Marruecos, Mohammed VI, de reformar la Constitución del país para limitar su poder y opinó que el discurso del monarca "aporta elementos extremadamente importantes en el ámbito político marroquí".

Sin embargo, subrayó una vez más las diferencias con su país, ya que Argelia "no es una monarquía y los argelinos no piden una Constitución".

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