Arrancan las primarias del Partido Socialista en Portugal

  • Afiliados y simpatizantes del Partido Socialista portugués (PS) comenzaron a depositar su voto a primera hora de hoy convocados para unas elecciones primarias que decidirán el próximo candidato de la formación a primer ministro.

Lisboa, 28 sep.- Afiliados y simpatizantes del Partido Socialista portugués (PS) comenzaron a depositar su voto a primera hora de hoy convocados para unas elecciones primarias que decidirán el próximo candidato de la formación a primer ministro.

La apertura de las urnas se produjo a las 09.00 hora local (08.00 GMT), momento en el que los militantes del PS empezaron a desfilar por los cerca de 700 centros de votación repartidos por todo el país, unos comicios internos en los que se espera que participen cerca de 240.000 personas.

Los socialistas lusos deben escoger entre su actual secretario general, António José Seguro, y el aspirante y alcalde de Lisboa, António Costa, que se disputan tanto el liderazgo del principal partido de la oposición como la condición de candidato a primer ministro en 2015.

El país entero sigue con atención estas primarias debido a que es la primera vez que una formación política abre la votación a los simpatizantes en Portugal, en vez de restringirla únicamente a los militantes.

De hecho, éstos son mayoría en estas elecciones (150.000 simpatizantes por 90.000 afiliados), cifras de gran magnitud que equivalen, por ejemplo, a la población de una de las principales ciudades lusas, Oporto.

Los sondeos publicados en las últimas semanas dan a António Costa como favorito, aunque en la mayoría la distancia con Seguro es reducida.

Desde que Costa hiciera pública su decisión de disputarle el cargo a Seguro, el pasado mes de mayo, las críticas entre los partidarios de uno y otro arreciaron a medida que avanzaba la campaña, que incluyó tres debates televisados a nivel nacional.

Las duras acusaciones intercambiadas entre ambos aspirantes provocaron un clima de división en el seno del PS cuando falta cerca de un año para las elecciones legislativas, comicios en los que el principal partido de la oposición luso confía en desbancar al actual Gobierno conservador.

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