Artur Mas, que se convertirá oficialmente este mediodía en el 129º presidente de la Generalitat, personifica la vuelta a la Generalitat de CiU tras siete años de tripartito, una vuelta que refleja una doble posición en la formación de su Ejecutivo: su núcleo duro estará formado por gente de quien fuera su predecesor, Jordi Pujol, pero también hará un guiño a los socialistas con la incorporación del socialista Ferran Mascarell, que fuera conseller con Maragall, al equipo de Mas.
Según fuentes de CiU citadas por Efe, el propio Mascarell ha comunicado su decisión a Mas esta misma mañana. Con este fichaje Mas consigue dar un golpe de efecto ya que es un político de prestigio del PSC por su trabajo como consejero de Cultura en el último gobierno de Pascual Maragall y de concejal del mismo área en Barcelona. En los últimos meses se barajaba su nombre como posible candidato a la alcaldía de Barcelona.
Con Mascarell el que será en unas horas oficialmente presidente de la Generalitat cumple con su promesa de fichar gente ajena a CiU y formar el "gobierno de los mejores" al más puro estilo del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que incorporó a su equipo ministros de otras ideologías y de sectores que nada tenían que ver con la política.
El gesto de Montilla
Será una ceremonia cargada de simbolismo, ya que el buen clima entre socialistas y convergentes no sólo se va a mostrar en la abstención de los primeros para propiciar el nombramiento de Mas, ni tampoco únicamente en el pacto suscrito a tenor de dicha abstención: José Montilla será el encargado de ceder la insignia a Artur Mas, un gesto que Pujol no tuvo con Pasqual Maragall.
De hecho, la posible incorporación de Mascarell al equipo de Mas podría apagar un fuego que se había declarado en el seno del PSC: el socialista amenazaba con unas primarias sobre la candidatura al Ayuntamiento de Barcelona ya que el candidato oficial se encamina hacia una estrepitosa derrota que supondría que se perdiera la ciudad socialista más importante del país.
Reparto de consellerías
El suspense se mantendrá hasta el nombramiento de Mas, momento en el que estará oficialmente en disposición de formar Govern, un paso que ya ha anunciado que quiere dar por cerrado el próximo miércoles, cuando los consellers deberían empezar ya a trabajar.
Hasta la fecha han trascendido los nombres de Felip Puig para ocupar la Conselleria de Interior, Andreu Mas-Colell en Economía, Irene Rigau en Educación, Joana Ortega en Gobernación, Lluís Recoder en Política Territorial y Sostenibilidad, Josep Maria Pelegrí en Agricultura y Medio Natural, y Josep Lluís Cleries en Bienestar y Familia.
Además de los siete consellers, también ha trascendido los nombres de Francesc Homs y Germà Gordó, hombres de confianza de Mas, como secretario de la Presidencia y secretario de Govern, respectivamente.
Mas-Colell, Puig, Rigau y Pelegrí, ya han trabajado con Mas cuando éste fue 'conseller en cap' del último gobierno de Jordi Pujol. Mas-Colell es el único que tiene la pátina de independiente.
A lo largo del fin de semana Mas ha intensificado los contactos para cerrar su gobierno con la búsqueda de independientes, algo que le está llevando quebraderos de cabeza, según reconoce su propio círculo. Faltan por concretar los titulares de, al menos, cuatro conselleries: Empresa, Justicia, Cultura -en la que se coloca al socialista Mascarell- y Salud, con lo que el Govern pasaría de 15 a 11 conselleries, aunque no se descarta que pudieran ser 12 con Universidades.
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