Asesinato de diputado empaña los actos de traspaso de mando en Guatemala

  • El asesinato hoy del diputado Óscar Valentín Leal ha empañado la celebración de los actos de traspaso de mando en los que el general retirado Otto Pérez Molina será investido mañana como jefe de Estado, y revive la imagen de Guatemala como uno de los países más violentos de América Latina.

Carlos Arrazola

Guatemala, 13 ene.- El asesinato hoy del diputado Óscar Valentín Leal ha empañado la celebración de los actos de traspaso de mando en los que el general retirado Otto Pérez Molina será investido mañana como jefe de Estado, y revive la imagen de Guatemala como uno de los países más violentos de América Latina.

Leal, de 41 años, fue asesinado por sicarios junto a su hermano Erick en una calle del centro histórico de la capital guatemalteca, horas antes de asumir por segunda ocasión consecutiva un escaño en el Parlamento, en representación del norteño departamento de Alta Verapaz.

Fuentes de la Cancillería y del derechista Partido Patriota (PP), que a partir de mañana gobernará el país, aseguraron a Efe que la muerte de Leal no modificará las actividades previstas con ocasión del traspaso de mando presidencial, que aseguraron "están a punto".

Pérez Molina, quien hoy se dedica a entrevistarse con los jefes de las delegaciones internacionales que arribaron al país para asistir a su toma de posesión, lamentó el asesinato de Leal quien, aseguró, a partir de mañana se iba a integrar a la bancada legislativa del PP.

El presidente electo dijo a los periodistas que el legislador, quien ganó la reelección como diputado en los comicios de septiembre pasado por el partido Libertada Renovada Democrática (Líder), del cual había renunciado, le denunció anoche a la vicepresidenta electa, Roxana Baldetti, que estaba recibiendo "muchas presiones" por su decisión de unirse al PP.

"Lamentamos la violencia y la inseguridad. Es triste que siga este tipo de situaciones", indicó Pérez Molina, al asegurar que ha instruido al que a partir de mañana será el nuevo ministro del Interior, Mauricio López, para que esclarezca el crimen.

La noticia del asesinato de Leal, que ha acaparado la atención de los medios locales, se ha constituido en una luctuosa "bienvenida" a las delegaciones internacionales que desde la tarde del jueves arriban a Guatemala para participar en los actos de traspaso de mando presidencial, y ratifica su imagen de país violento.

Según cifras oficiales, cada día son asesinados en esta nación un promedio de 16 personas, lo cual la convierte en una de las más violentas de América Latina.

Reducir los hechos de violencia y cambiar la imagen negativa del país son dos de los principales retos que deberá afrontar Pérez Molina a partir de mañana, cuando recibirá el poder de manos de su antecesor, el socialdemócrata Álvaro Colom.

Con "mano dura" y la participación directa del Ejército en las tareas de seguridad, el mandatario electo ha anunciado que logrará en los primeros cien días de su mandato reducir la cifra de asesinatos y hechos de violencia.

"El sentimiento de la mayoría de los guatemaltecos es que prevalezca el interés y que se respete su voluntad. Aquí queremos paz, seguridad y justicia y vamos a luchar por eso para que puedan dormir tranquilos", dijo Pérez Molina a una emisora local al explicar sus planes de combate a la delincuencia.

En la ceremonia de traspaso de mando, según la Cancillería, estarán presentes los presidentes de México, Colombia, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá, Surinam, Haití y Georgia, así como el príncipe Felipe de Borbón, heredero de la Corona española, quien se encuentra en el país desde la noche del jueves.

Los actos oficiales darán inicio el sábado por la mañana, cuando en sesión solemne el Parlamento inaugure el período legislativo 2012-2016 y elija a su nueva junta directiva.

Luego, los diputados se trasladarán al Domo Polideportivo, en el sur de la capital, en donde tendrá lugar la ceremonia oficial en la que Colom entregará el poder a Pérez Molina, quien gobernará el país durante los próximos cuatro años.

Más tarde, tras ser investido como el octavo presidente de la nueva era democrática de Guatemala, Pérez Molina y Baldetti saludarán a los ciudadanos que, se prevé, se congregarán en las calles aledañas al lugar donde se celebrarán los actos oficiales.

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