Así lucha Marruecos contra el yihadismo: las tácticas que Europa quiere copiar

La lucha contra el yihadismo es un fenómeno complejo. Todos los expertos coinciden que no basta con una buena estrategia policial y judicial, aunque estas sean imprescindibles. Debe entenderse como un fenómeno global, no solo criminal.

Marruecos, uno de los países que más yihadistas exporta, así lo ha entendido y ha empezado a desarrollar una técnica pionera en la detección y lucha contra los radicalismos. El propio ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, ha felicitado esta semana al país alauita durante su visita a Rabat.

No solo eso, se estima que hay más de una treintena de yihadistas potencialmente peligrosos en este territorio y que están siendo controlados por los servicios de inteligencia locales.

Expertos marroquíes coinciden en que la llamada Primavera árabe fue un toque de atención para la monarquía de su país. Tras ver el fracaso de los países vecinos y el caos que se desató, el rey de Marruecos decidió emprender una serie de reformas económicas, políticas, religiosas y sociales para frenar las voces radicales que empezaban a sonar con más fuerza.

"Marruecos ha primado el enfoque económico para luchar contra el yihadismo. Queremos que el país crezca, tenga mejores infraestructuras y sea competitivo, que vengan inversores extranjeras. Por ejemplo, se está negociando con Volkswagen para que abra una planta de producción aquí. Para ello, lo principal es la seguridad. Un país radicalizado y en el que la gente no se siente segura, no prospera. Además, al margen de la economía, Marruecos tiene una gran responsabilidad porque es el nexo de unión entre Europa, África y el mundo árabe. Del buen hacer de Marruecos depende la seguridad de mucha gente", explican estas mismas fuentes.

Para llevar a cabo este proyecto de lucha integral contra el yihadismo, destacan varios proyectos impulsados desde la propia monarquía, que serán probablemente exportados a Europa.Mejor calidad de vida en los barrios más pobres

"Se están desarrollando programas de mejora en los barrios y zonas más marginales del territorio. Sabemos que en los barrios más deprimidos el riesgo de radicalizarse aumenta exponencialmente. Se trata de que esos barrios incrementen su calidad de vida. Si todos tienen trabajo, viven bien y pueden permitirse algunos lujos, es menos probable, aunque no imposible, que se vean tentados por las promesas de los yihadistas", explican especialistas marroquíes en la materia.

De esta manera, cada vez es más frecuente que en pueblos o barrios periféricos se impartan talleres de empleo y cursos de reciclaje profesional. Además, estos ciudadanos ven cómo las ayudas sociales a personas mayores, a madres con hijos… están llegando poco a poco y cómo están mejorando los edificios de protección oficial, el asaltado de las calles, el sistema de alcantarillado…Educar a los niños y a los imanes

Otro punto en el que Marruecos está incidiendo es en la formación de los niños en las escuelas. "Si desde pequeños se les educa en la tolerancia y tienen este sentimiento arraigado, se alejarán de posturas radicales. El problema de muchos jóvenes es que no tienen un sentido claro de su vida ni tienen valores. Grupos como el Estado Islámico les ofrecen algo por lo que luchar, por lo que merece la pena morir, aunque sea totalmente negativo. Luchan por unos ideales superiores, por un país, por un Dios… Si les enseñamos valores positivos para que puedan dar un sentido a su vida, no tendrán que buscarlo fuera", continúan estas fuentes.

Por otro lado, destaca la Fundación de Ulemas Africanos, creada y financiada por el rey Mohamed VI. El objetivo es formar a imanes moderados no solo para Marruecos, sino también para otros países africanos e incluso europeos.

En esta escuela, que cuenta con 800 estudiantes, se adaptan los contenidos según el lugar de destino de cada imán, para que puedan incidir en la visión sufí moderada que propugna este Estado del Norte de África

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Por último, Marruecos ha ido introduciendo mejoras en la Constitución que permitan una participación más activa de los ciudadanos en la vida política, social y cultural de país.

Se están creando asociaciones vecinales para fomentar la integración de los barrios y ciudades en la toma de decisiones políticas que puedan afectarles y haciendo un esfuerzo de comunicación por parte del Gobierno para que la aprobación de leyes, de líneas estratégicas, por ejemplo, no sea algo ajeno a la gente.

"El objetivo fundamental de todas estas estrategias es integrar a la gente, que sepan que formamos parte de un proyecto común y tenemos que luchar unidos para sacarlo adelante. Solo desde esta perspectiva, podremos lograr reducir el fenómenos yihadista", concluyen.