Sexta ola de Covid-19

La atención primaria está al límite: "Si colapsamos el sistema se derrumbará"

Los facultativos de los centros de salud hablan de ‘gripalizar’ el tratamiento de la pandemia para aliviar la carga de trabajo de los médicos de familia y de la necesidad de destinar más inversión a los ambulatorios. 

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La atención primaria está al límite: "Si colapsamos el sistema se derrumbará". 
EFE

Son las once de la mañana del viernes 7 de enero de 2022. Martín (57 años) llama a su centro de salud, el Centro de Salud Goya II de la madrileña calle de O’Donnell de Madrid, para pedir cita presencial con su médico de cabecera por un problema intestinal, que nada tiene que ver con la sexta ola de la pandemia del SARS CoV-2. Resultado, le dan cita “para dentro de 14 días, el 21 de enero a las 11:16 de la mañana, cuando lo normal es, bueno, era antes de marzo del 2020, que te la dieran de un día para otro”. Son las 13:00 horas del mismo día y Luisa (44 años) sale del centro de salud Ventura Rodríguez, también en el centro de la capital. “Hoy me ha visto mi médico de familia, pero la cita la pedí el día 22 de diciembre. Hace 16 días”. Es más, dice esta mujer, “me han mandado una prueba diagnóstica y en administración me acaban de dar cita para principios de mayo, ¡dentro de cinco meses! Si lo que tengo es algo grave igual ya me he muerto para entonces”, dice con una mezcla de indignación, rabia, temor y resignación.

Escenas y casos como estos dos se viven en todas y cada una de las Comunidades autónomas, con independencia del color político de los gobernantes que la gestionan, y en prácticamente el 100% de los 13.000 centros de Atención Primaria que existen en España. La sexta ola de la pandemia ha desbordado la Atención Primaria. “Estamos desbordados, sobrepasados, sobresaturados... Es un desastre total. Ya era un desastre antes, pero ahora, es ya ingobernable, insostenible. Y si la Atención Primaria se colapsa el Sistema Nacional de Salud se derrumba”, sentencia Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) y médico de familia en activo en Asturias.

Ómicron, el responsable principal de esta sexta ola, también está atacando al personal de los centros de salud de Atención Primaria y se calcula que, “un 15%” de este personal -en total en los CAP trabajan unos 30.000 médicos de familia, 6.000 pediatras, 30 enfermeros y enfermeras y 20.000 personas de trabajadores no sanitarios- está de baja. Así, en regiones como Asturias, Aragón, Andalucía, Castilla la Mancha o el País Vasco se ha tenido que recurrir a personal ya jubilado, sanitario y no sanitario, para que ayude en este momentos de caos. Por ejemplo, en el País Vasco, a finales de año eran los propios pacientes los que acudían a un centro de salud a hacerse un test de antígenos o una PCR quienes debían de recoger sus propias muestras con los isopos nasofaringeos, ante la saturación del personal. De cualquier manera, este personal de refuerzo jubilado está siendo utilizado principalmente para firmar bajas.

Se está produciendo un retraso del 30%-40% en el diagnóstico de cáncer

Se calcula que en estos momentos hay en España más de 165.000 trabajadores de baja debido a la Covid-19 que han firmado los médicos de familia. En esta sexta ola, a la situación de tensión asistencial que se vive desde el inicio de la pandemia, se ha sumado el agravante de la gran cantidad de burocracia -"nos ocupa el 30% de nuestro tiempo"- que recae sobre los médicos. "Dan ganas de colgar la bata y dejar la medicina, llevo 20 bajas en tres horas, media mañana haciendo papeles y sin poder ver pacientes en condiciones", dice Salvador Casado, médico de familia en la localidad madrileña de Soto del Real. “En un día de trabajo he visto, entre presenciales y telefónicos, 85 pacientes y he firmado 35 bajas”. Nunca “en mi vida como médico había visto algo así” y "cada vez que un médico de familia cuelga la bata pone de manifiesto el maltrato y la mala gestión sanitaria que sufrimos en este país".

Juan Rodríguez, también médico de familia, decía este 4 de enero que había acabado la mañana con 65 pacientes atendidos. “No se puede garantizar una calidad asistencial así”. Otro caso, J.L.Morell: “105 pacientes en un día. ¡Madre mía! Es imposible atenderlos”. Juan Solera, médico de familia de Albacete: “Ayer” -3 de enero- “102 pacientes y comenzando a las 8:00 de la mañana y acabando a 16:20 de la tarde. Inhumano, pero la conciencia de dejar a pacientes fuera me hizo terminar la lista. Vergonzoso”. La media “antes de las Navidades, a través de una encuesta que realizamos era de 50 pacientes diarios por médico de familia en España. Hoy, a 7 de enero, la media es de más de 60 y el retraso en conseguir una cita para tratarte de una patología no Covid, de seis o siete días”, informa Salvador Tranche.

El Presidente de los médicos de familia atiende a La Información desde el centro de salud de Oviedo (Asturias) en el que trabaja tras atender este 7 de enero a “59 pacientes” durante su jornada laboral y confiesa una de los problemas que está generando este colapso de la Atención Primaria: “Al estar la Atención Primaria totalmente orientada a la patología Covid se está produciendo un retraso del 50% en el diagnóstico de patologías crónicas. Hipertensos, diabéticos... Y de un 30%-40% de retrasos diagnósticos en el cáncer. Y esto tiene un impacto directo en la supervivencia de estos pacientes”. Frente a esta situación, ya hay facultativos que optan por 'colgar la bata' y abandonar

Ante esta situación y dado que “ómicron, en su gran mayoría, proporciona contagiados asintomáticos o con síntomas leves, como un catarro -la mayoría de hospitalizados y en UCI siguen siendo de la variante Delta-, habría que ‘gripalizar’ la pandemia. Tratarla, en sus casos más leves, como la gripe común, en casa, y así descargar a los centros de salud. Tenemos que aprender a convivir con el virus”, explica Salvador Tranche. “E invertir, de verdad, en capital humano y mejora material de los centros de salud. Además de eliminar la burocracia. Pero de verdad, aunque ahora ya, para este caso en concreto, sea tarde y deberemos de salvar la situación como sea”.

En este sentido, la SEMFYC hace semanas que hizo público un documento en el que colegían que es necesario invertir 2.500 millones de euros en capítulo de personal de Atención Primaria en los próximos 4 años, lo que supone incrementar un 25% el presupuesto actual; 1.250 millones euros de inversión en los centros de salud en los próximos 10 años destinados a la renovación, adecuación y construcción de infraestructuras; y 200 millones de euros en los próximos cuatro años, para la adquisición de equipamiento y tecnología. La inyección presupuestaria extraordinaria aproximada por centro de salud (calculando que existen en torno 13.000 centros de Atención Primaria en España) giraría en torno a los 110.000 euros. Estas estimaciones presuponían, además, la necesaria creación de 7.000 nuevas plazas de esta especialidad.

Todo esto, está consiguiendo que “las clases medias estén abandonado la sanidad pública y cada vez son más las dobles aseguraciones. Pública y privada. Lamentablemente, la Atención Primaria se está convirtiendo en una sistema de beneficencia porque las clases medias nos están abandonando y se van a los seguros privados. A ese punto hemos llegado”, sentencia Salvador Tranche, todavía con la bata puesta. “He empezado a las 8:00 de la mañana. Son las 14:00 horas y acabo de terminar tras ver a 60 pacientes. Así es imposible. 

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