"Como consecuencia del ataque terrorista ocurrido esta tarde (...) 20 personas murieron y otras 29 resultaron heridas", señaló el ministerio. Anteriormente, la policía mencionó 9 muertos y 12 heridos.
Varias personas también resultaron heridas en la entrada de la base, donde quedaron varios cuerpos. El ataque forma parte de una ofensiva de los talibanes previa a las negociaciones previstas para el sábado.
Aunque en un primer momento el ministerio del Interior anunció que se trataba de un coche bomba, luego indicó que el atacante iba a pie y se hizo estallar en la cola de gente que esperaba para entrar en la base.
"Todas las personas muertas son policías" de la "Fuerza de orden civil", un órgano de la policía nacional afgana, precisó una fuente del ministerio. Las fuerzas del orden suelen ser el principal blanco de los ataques talibanes.
Éstos reivindicaron el atentado y su portavoz Zabihulá Mujahid dijo en su cuenta en la red social Twitter que había unos 40 policías muertos y varios heridos, aunque el grupo islamista suele exagerar el balance de víctimas de sus atentados contra el gobierno afgano.
El ataque llega antes de una tercera ronda de discusiones previstas el próximo sábado, 6 de febrero, en Islamabad en las que participan representantes de Afganistán, Pakistán, China y Estados Unidos.
En los últimos meses los talibanes han incrementado sus ataques contra el gobierno y objetivos extranjeros en el país, aumentando la inseguridad imperante en el mismo. También conquistaron brevemente la ciudad de Kunduz, en el norte del país, y han tomado territorios en la provincia sureña de Helmand, donde se cultiva opio.
Los observadores creen que los talibanes intentan conquistar nuevos territorios para tener más peso durante las negociaciones.
Las primeras directas tuvieron lugar en julio en Pakistán, un país que históricamente ha apoyado a los talibanes, pero quedaron interrumpidas por el anuncio de la muerte de su líder, el mulá Omar.
Por su parte, la primera y segunda ronda de negociaciones con presencia internacional se celebraron el mes pasado en Islamabad y Kabul.
Con la esperanza de hacer renacer este diálogo, ya hubo desde comienzos de este año dos encuentros cuatripartistas con representantes de los países mencionados anteriormente. Pero hasta ahora, los talibanes no han participado en este nuevo ciclo de negociaciones.
Éstos impusieron condiciones previas para volver a sentarse a la mesa, entre las cuales destaca la retirada de jefes talibanes de las listas negras elaboradas por Washington y la ONU.
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