Austeridad y contestación social marcan cien primeros días de la era González

  • Paloma San Segundo.

Paloma San Segundo.

Madrid, 3 ene.- El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, cumple este viernes cien días al frente de uno de los gobiernos ante más retos de la etapa democrática regional, condicionado por unos presupuestos más que austeros y la fuerte contestación social a las medidas que ha adoptado a causa de la crisis.

Cien días que comenzaron el 27 de septiembre de 2012, cuando Ignacio González tomó posesión como cuarto presidente de la Comunidad de Madrid y sucesor de Esperanza Aguirre, que hasta el 17 de septiembre -cuando dimitió inesperadamente- y durante más de nueve años ocupó la Presidencia regional.

González, compañero de partido y amigo personal de Aguirre desde hace más de dos décadas, ha mantenido la agenda de su predecesora, un referente y un modelo político para él, hasta el punto de que en su discurso de toma de posesión dijo que heredaba el talante liberal de Aguirre y que su Gobierno sería continuación del de ésta.

Metidos ya en el tercer trimestre del año y con un escenario presupuestario más que limitado a la vista, González optó nada más llegar al Gobierno por "adelgazar" más la Administración regional y mantener "congelados" los impuestos.

De este modo, en la nueva composición del Ejecutivo regional suprimió la vicepresidencia, aunque dio protagonismo a Salvador Victoria, que pasó de ser consejero de Asuntos Sociales a ocuparse de Presidencia y Justicia y de la Portavocía.

El nuevo Gabinete de González se dividió en siete grandes áreas y registró dos nuevas incorporaciones (Enrique Ossorio, en Economía y Hacienda, y Jesús Fermosel, en Asuntos Sociales) y desde el principio se declaró abierto al diálogo con los agentes sociales.

De hecho, la primera reunión de González nada más tomar posesión fue con los representantes sindicales y empresariales.

Quizá entonces el presidente ya sabía que sus buenos propósitos para la de reactivación de la economía madrileña estarían muy condicionados por unos presupuestos para 2013 de 17.048 millones de euros -con una reducción del gasto del 7,7 %- y el compromiso de cumplir el objetivo de déficit del 0,7 % el año próximo.

En esas cuentas, que no incluían los 992 millones que la Comunidad de Madrid reclamó reiteradamente al Estado en concepto de financiación autonómica y que el propio González calificó de "serias", "responsables" y "muy rigurosas", el presidente decidió recortar el gasto y adoptar algunas medidas controvertidas y polémicas, sobre todo en materia sanitaria, a pesar de que ello le acarrearía discrepancias incluso en su propio partido.

Entre esas medidas está el cobro de un euro por receta, en vigor desde el 1 de enero, al estilo del que ya se paga en Cataluña y que ha llevado al Estado a recurrir aquella medida en el Tribunal Constitucional, donde podría acabar también la madrileña.

Huelgas, manifestaciones, encierros, paros y en general protestas y "mareas" de todos los colores han protagonizado últimamente la actualidad regional e incluso, nacional.

El plan del Gobierno de la Comunidad para externalizar la gestión de 6 hospitales y 27 centros de salud de la red pública ha hecho que casi a diario se celebren en Madrid concentraciones, manifestaciones, huelgas o paros del personal sanitario desde el anuncio de esta medida.

Funcionarios, jueces, abogados, fiscales, empleados del Metro y de la EMT, profesores, limpiadores y hasta trabajadores de la cultura han protagonizado esta oleada de protestas, hasta el punto de que González ha pedido una ley de huelga que regule ese derecho, y ha demandado sacrificio a los madrileños para poder remontar la crisis.

Entretanto, Ignacio González ha mantenido su cargo de secretario general del PP de Madrid y ha tenido ocasión de entrevistarse como presidente hasta en dos ocasiones con el magnate estadounidense Sheldon Adelson -la primera en octubre y la segunda casi "por sorpresa" en diciembre-, aunque en ninguna de ellas ha revelado la ubicación del complejo, que sigue siendo una incógnita que según la previsión debería desvelarse este mes.

Para los partidos políticos, estos cien días se han caracterizado por la continuidad respecto a Esperanza Aguirre, con "más -y peor- de lo mismo", según la oposición (PSOE, IU y UPyD), mientras el PP madrileño observa en esta etapa la confirmación de un presidente "con futuro" y "sentido de la responsabilidad".

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