Pamplona, 31 mar.- La presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, ha confirmado hoy que no convocará elecciones anticipadas, al entender que la continuidad de su Ejecutivo "da confianza, seguridad y estabilidad" a la Comunidad foral, una decisión que han lamentado la mayoría de los grupos parlamentarios.
En conferencia de prensa tras el consejo semanal del Ejecutivo foral, la presidenta navarra, que gobierna en minoría, ha sido tajante: "No vamos a tirar la toalla en este momento, porque eso traería inestabilidad".
Se agota así definitivamente la posibilidad del adelanto electoral, ya que de no activarse hoy será imposible legalmente. Los comicios los había pedido toda la oposición, excepto el PPN, como conclusión a la comisión de investigación creada en el Parlamento sobre las supuestas "injerencias" de Barcina y su consejera de Hacienda, Lourdes Goicoechea, a quienes finalmente se reprobó.
Barcina ha asegurado que contará con todos los miembros de su gabinete actual, ha rechazado la sustitución de ninguno de ellos y ha citado expresamente a Goicoechea, sobre la que "se han vertido calumnias -ha dicho-", aunque ha valorado: "Menos mal que tiene fuerzas para seguir".
El Gobierno, ha agregado, va a seguir trabajando "a pesar de las zancadillas" que asegura haber visto y ha asegurado que de esta experiencia se puede concluir que "no vale todo en política y de eso se han dado cuenta los navarros".
El año que queda de legislatura, ha augurado, será "difícil y complicado", si bien se ha mostrado firme en su intención de priorizar las "negociaciones" que ya hay con el Gobierno de España, especialmente sobre el Convenio Económico y el tren de alta velocidad.
Tras la reunión de la Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra, la mayoría de grupos políticos han lamentado hoy la decisión de la presidenta, si bien han asegurado que trabajarán lo que resta de legislatura para intentar solucionar desde la oposición los problemas de la ciudadanía.
Para el PSN la decisión de Barcina es un "error", según ha dicho Juan José Lizarbe, mientras que para Maiorga Ramírez, de Bildu, la presidenta tendría que devolver "la decencia" al Gobierno "dando la voz y la palabra" a los ciudadanos.
Sin embargo, su negativa a adelantar las elecciones supondrá que la oposición tendrá que articular medidas "progresistas, solidarias y transversales" en lo que resta de legislatura, ha precisado el portavoz de Aralar, Patxi Zabaleta, la misma idea que ha defendido José Miguel Nuin, de I-E, para evitar "una sociedad empobrecida y desigual".
También Manu Aierdi, de Geroa Bai, ha comprometido que su coalición trabajará "pensando en los problemas de la ciudadanía", pero de igual manera ha advertido de que la inestabilidad va a persistir por no convocar elecciones, por lo que ha ironizado pidiendo a Barcina que "no asuma tantos sacrificios".
Por el contrario, UPN y PP han asegurado por medio de sus respectivos portavoces, Carlos García Adanero y Enrique Martín, que una convocatoria electoral ahora no cambiaría de manera sustancial la correlación de fuerzas pero sí supondría paralizar la acción política durante varios meses.
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