Bélgica cree que la oficina del primer ministro fue víctima de ciberespionaje

  • El gabinete del primer ministro belga, Elio Di Rupo, fue objeto de un ataque informático hace unos meses similar al sufrido por el Ministerio de Exteriores, según anunció hoy el Ejecutivo belga, que sospecha que podría tratarse de una operación de ciberespionaje lanzada por un país extranjero.

Bruselas, 20 sep.- El gabinete del primer ministro belga, Elio Di Rupo, fue objeto de un ataque informático hace unos meses similar al sufrido por el Ministerio de Exteriores, según anunció hoy el Ejecutivo belga, que sospecha que podría tratarse de una operación de ciberespionaje lanzada por un país extranjero.

El ciberataque fue detectado durante un control informático rutinario y podría haber consistido en la introducción por "troyanos" -programas que ofrecen acceso remoto de otros usuarios a los equipos- por parte de "potencias extranjeras", según afirmó un portavoz del primer ministro en declaraciones al diario "L'Echo".

El portavoz eludió dar más detalles sobre el caso, afirmó que el problema "ha sido resuelto" y que los servicios informáticos del Gobierno han reforzado las medidas de seguridad e instaurado "controles más estrictos".

Este nuevo ataque sale a la luz después de que el pasado jueves el Ministerio de Exteriores de Bélgica denunciara el "hackeo" de su base de datos informática, incluida información sobre su personal diplomático.

La intrusión a gran escala incluye datos sensibles de la política belga en el exterior, como información personal de los 286 diplomáticos en el extranjero desplegados por el Ministerio.

Se trata de la primera vez que el Gobierno belga hace frente a un caso de "hackeo" de esta magnitud, pues hasta la fecha no habían sufrido más que pequeños ciberataques a algunas de sus páginas web.

El gabinete de Di Rupo no ha tomado medidas legales al respecto, al contrario que el Ministerio de Exteriores y la también recientemente "hackeada" compañía de telecomunicaciones Belgacom, que han presentado sendas denuncias.

Los medios belgas apuntan a una intrusión coordinada proveniente de países como China o Malasia, debido a la dimensión del ataque y a la complejidad técnica que conlleva sortear las medidas de seguridad de las redes informáticas del Gobierno.

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