Berlín, 15 jul.- El Gobierno alemán considera el embargo en Múnich del avión del príncipe heredero tailandés, Maha Vajiralongkorn, un "asunto estrictamente judicial", pese a lo cual tratará de limar asperezas en un encuentro en Berlín hoy con el ministro de Exteriores de ese país, Kasit Piromiya.
"El departamento de Exteriores respeta, por supuesto, la total independencia de una acción judicial", indicó un portavoz de Exteriores, para añadir que Kasit será recibido este viernes por la secretaria de Estado, Cornelia Pieper, en representación del ministro Guido Westerwelle, de gira por Latinoamérica.
Kasit viajó este mismo viernes a Berlín, después del espectacular embargo del Boing 737 del príncipe en el aeropuerto de Múnich, el pasado miércoles.
Antes de partir, el ministro tailandés advirtió ante medios de ese país asiático sobre las eventuales repercusiones que tal acción judicial podía tener en las relaciones bilaterales.
Tailandia considera que el avión es propiedad personal del príncipe heredero, no del Estado, y el propósito del ministro es transmitir ese parecer al gobierno de Berlín y lograr el levantamiento del embargo.
El avión, un Boeing 737, quedó retenido en el aeropuerto de Munich por una disputa multimillonaria de la constructora germana Walter Bau con el gobierno de Tailandia.
La empresa justificó la medida como "último recurso" legal, instruido por el Tribunal de Apelación de Berlín después de reiteradas negativas del gobierno tailandés a pagar una deuda a la compañía.
Kasit afirmó, antes de partir, que el embargo era un "craso error" y explicó que un equipo de juristas tailandeses encabezados por el fiscal general se encuentra ya en Alemania trabajando con el abogado que defiende los intereses del país asiático.
La disputa entre Walter Bau y el Estado tailandés se remonta a los años 90, cuando la empresa alemana fue contratada para construir una vía de pago en las cercanías de Bangkok y gestionar en usufructo durante un período el sistema de peajes.
No obstante, las relaciones entre ambas partes se rompieron, debido a diferencias sobre el sistema de pagos del peaje.
Un tribunal internacional de Ginebra dio en 2009 la razón a la constructora y exigió al Estado tailandés 30 millones de euros en compensación, una cantidad que Bangkok nunca abonó.
Los representantes legales de Walter Bau consideran que el embargo es una "medida extrema" con la que esperan forzar a Tailandia a saldar su deuda con la empresa alemana.
El príncipe heredero tailandés, quien acostumbra a pilotar su propio avión, se encontraba en Múnich en visita privada.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios