Bolinaga, el secuestrador de Ortega Lara, de nuevo en "prisión"

  • Iosu Uribetxebarria Bolinaga, condenado a 32 años de cárcel por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, y que fue excarcelado hace año y medio por un cáncer terminal, ha vuelto a perder la libertad al atribuírsele un asesinato cometido en 1986.

Madrid, 3 abr.- Iosu Uribetxebarria Bolinaga, condenado a 32 años de cárcel por el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, y que fue excarcelado hace año y medio por un cáncer terminal, ha vuelto a perder la libertad al atribuírsele un asesinato cometido en 1986.

Nacido en 1955 de la localidad guipuzcoana de Mondragón, Bolinaga fue uno de los etarras que secuestraron, el 17 de enero de 1996, al funcionario de prisiones, quien permaneció 532 días en condiciones infrahumanas.

Dos años después de la liberación de Ortega Lara (el 1 de julio de 1997), el etarra fue condenado a 32 años de cárcel. La misma pena le fue impuesta a los otros tres etarras implicados (Jose Luis Erostegui Bidaguren, Javier Ugarte Villar y José Miguel Gaztelu Otxandorena), como "autores de un delito de secuestro terrorista con la agravante de ensañamiento y otro de asesinato alevoso en grado de conspiración, con la misma agravante".

En 1999, la Audiencia Nacional le condenó, junto a los otros tres secuestradores de Ortega Lara, a 145 años de cárcel, a cada uno, por el atentado contra una patrulla de la Guardia Civil en la carretera de Oñate-Legazpia en agosto de 1987, que causó la muerte a dos agentes y heridas a doce.

Y un año después, este tribunal le volvió a imponer, junto a otros dos miembros del "comando Txantxangorri" (José Miguel Gaztelu, José Luis Erostegi), 33 años de prisión por el asesinato, en 1983, del guardia civil Mario Leal Baquero.

El 17 de noviembre de 2000 se le condena a 36 años de cárcel, junto a cuatro miembros del "comando Gohierri" por pertenencia a banda armada, depósito de armas y construir el zulo donde estuvieron secuestrados Ortega Lara y Julio Iglesias Zamora, retenido durante 116 días. Por este último delito a Bolinaga se le sumó otros 14 años y 8 meses de prisión.

Hasta esa fecha, por tanto, Bolinaga había sido condenado por el secuestro de Ortega Lara y el asesinato de tres guardias civiles. Hoy, el juez de la Audiencia Nacional ha dictado prisión domiciliar al considerar que fue él quien efectuó los disparos que acabaron con la vida del cabo de la guardia civil Antonio Ramos Ramírez en 1986.

Cinco años después, el preso es operado de un tumor cancerígeno en un riñón y es trasladado al centro penitenciario de Nanclares de Oca (Álava) y, tras el tratamiento adecuado y habiendo superado la enfermedad, según informes clínicos, es devuelto en noviembre de 2009 al centro penitenciario de León.

No sería hasta julio de 2012 cuando el hospital de referencia de la cárcel de León le detecta otro tumor, con derivaciones metastásicas en el cerebro.

El 17 de agosto de 2012, Instituciones Penitenciarias le concede el tercer grado, decisión adoptada después de que la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa (Álava) informara favorablemente sobre la procedencia de clasificarle de ese modo.

Es el paso previo a la obtención de la libertad condicional que logra trece días después y pese a que un primer informe de la Audiencia Nacional concluyera que la vida de Bolinaga no corría peligro inminente y que el cáncer que padecía podía tratarse en prisión.

Tras ello el Ministerio del Interior pidió un nuevo informe médico para actualizar el estado de salud del etarra y el Hospital Donostia mantuvo el diagnóstico original que motivó la libertad condicional.

Con todo, la Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió una nueva evaluación para recalcular la esperanza de vida del etarra, que fue concedido por el juez Castro y solicitado a los equipo de forenses que en octubre determinaron que el estado de salud del etarra había empeorado y que era desaconsejable su ingreso en prisión.

Durante este último año y medio, se ha podido ver a Bolinaga paseando en compañía de amigos por Arrasate, aunque en contadas ocasiones.

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