Bolivia y Brasil estudian acciones conjuntas de seguridad en sus fronteras

La Paz, 14 may.- Autoridades de Bolivia y Brasil iniciaron hoy una reunión para abordar acciones conjuntas de seguridad en sus fronteras contra delitos como el narcotráfico y la trata de personas, además de la situación de sus inmigrantes indocumentados.

El encuentro, inaugurado hoy en la ciudad oriental de Santa Cruz, aborda "un amplio espectro de tópicos, desde la lucha contra el narcotráfico hasta la situación de los 'fronterizos' indocumentados, pasando por la trata de personas y el robo de vehículos", dijo a Efe una fuente de la embajada de Brasil.

Estaba prevista la llegada del ministro brasileño de Justicia, José Eduardo Cardozo, pero la autoridad tuvo complicaciones en su agenda, agregó la misma fuente.

La comitiva brasileña está liderada por el embajador de ese país en La Paz, Marcel Biato, a quien acompañan la secretaria nacional de Seguridad Pública de Brasil, Regina Miki, y delegados de los estados fronterizos de Acre, Rondonia y Mato Grosso.

El recién nombrado secretario nacional de Políticas sobre Drogas, Vitore Maximiano, también asiste al encuentro y "escogió Bolivia como su primer destino internacional, lo que subraya la prioridad que Brasil le asigna a Bolivia en el marco de la lucha contra el narcotráfico", destacó la fuente consultada por Efe.

El viceministro boliviano de Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, señaló que las autoridades dialogan sobre la lucha antidrogas, la seguridad pública y la prevención en mesas de trabajo que mañana presentarán sus conclusiones en la clausura del evento.

Cáceres destacó el interés de Bolivia de que los "proyectos piloto" para el control del espacio aéreo que se han realizado en la frontera sean "constantes, continuos" para frenar el narcotráfico.

Bolivia es un país productor de cocaína, al igual que Perú y Colombia, pero el Ejecutivo boliviano sostiene que su territorio también sirve de tránsito para la droga peruana dirigida hacia los mercados de Brasil, Argentina y Paraguay.

Brasil ha expresado varias veces su preocupación porque un 60 % de la cocaína hallada en su mercado proviene de Bolivia, cuyo Gobierno asegura que un porcentaje similar de la droga que circula en territorio boliviano tiene origen en Perú.

Los Gobiernos de ambos países han reforzado las tareas conjuntas antidrogas en los últimos años, sobre todo en la frontera que comparten, que tiene una superficie de 3.500 kilómetros.