Brasil, aún lejos de un presidente indígena, dice el candidato Kaká Werá

Pablo Giuliano

Itapecerica da Serra (Brasil), 13 sep.- Brasil está lejos de poder tener a un presidente indígena, afirmó hoy el escritor y activista ambiental Kaká Werá, primer miembro de los pueblos originarios que es candidato a un asiento en el Senado en los comicios del 5 de octubre.

Werá, un indígena de la tribu Tapuia que fue criado por los guaraníes en Sao Paulo, es candidato a senador por el Partido Verde (PV) y apuntó que todavía falta un salto cultural para poder tener un presidente indígena en Brasil, así como ocurre en Bolivia con Evo Morales.

"Un presidente indígena es posible pero todavía falta mucho por recorrer. Será una etapa muy larga y lo primero que hay que hacer es disolver los prejuicios que existen contra los indígenas en Brasil", dijo Kaká Werá en una entrevista concedida a Efe.

En una "oca" (construcción indígena de barro y paja) en el municipio de Itapecerica da Serra, en la región metropolitana de Sao Paulo, el candidato a senador dijo que los indígenas en Brasil necesitan ser incluidos en la sociedad mediante la educación.

"La presencia indígena debe tener mayor envergadura en la sociedad para que la sociedad pueda romper con el prejuicio" para poder tener un candidato a presidente, apuntó.

Y en ese sentido este escritor que realiza seminarios en Europa, Estados Unidos y América Latina y acciones sociales y ambientales pro indígenas en todo Brasil apuntó que generalmente se recuerda la esclavitud de los africanos traídos a América pero no los tres siglos de esclavitud indígena.

"Eso -explicó- se debe a que hubo una serie de intelectuales y líderes políticos negros que mantuvieron el poder de conciencia y lucha a lo largo del tiempo. Varios indígenas y yo hemos comenzado un trabajo cultural de los indígenas hace apenas 15 años".

De padres tapuias (originarios de lo que hoy es Minas Gerais), Kaká Werá fue criado con los guaraníes de Sao Paulo pero no se presenta como candidato indígena, sino como un candidato con plataformas como los otros, sólo que es de origen indígena.

Con diálogo con instituciones como la de la exprimera dama francesa Danielle Miterrand, Kaká Werá todavía se pregunta por qué mientras en el exterior se le da atención al modo de vida ancestral para encontrar desarrollo sostenible, en su propio país "se ve eso con una mirada 'primitivista' y de barbarie".

Pero aclara que esa mirada cambia cuando la sabiduría indígena se aplica para el cotidiano del siglo XXI, como proyectos de generación de energía sostenible, la selva agrícola que preserva el suelo y el cooperativismo.

Su trabajo para generar proyectos emprendedores indígenas incluye la generación de renta mediante la presentación de artesanía, música, danza y otras expresiones culturales.

En Brasil, según el censo de 2010, casi 900.000 indígenas ocupan el territorio brasileño, un 0,47 % de la población y de acuerdo con Kaká Werá un 63 % de la población brasileña tiene en sus genes antepasados indígenas, con base a un trabajo de la Universidad Federal de Minas Gerais.

En términos políticos, Kaká Werá manifestó que por distintas fuerzas políticas se llegó al récord en todo el país de que existan 85 candidatos de los pueblos originarios de la América portuguesa.

Con menos del 2 % de intención de voto según las encuestas para lograr el asiento en el Senado por el estado de Sao Paulo, el más grande del país, el indígena apoya a Eduardo Jorge, candidato del PV a la presidencia.

Pero entre los tres presidenciales con más posibilidades de vencer tiene cercanía por los asuntos ambientales con Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB) y por la agenda económica que plantea Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Con la que tiene más diferencias, afirmó, es con la presidenta Dilma Rousseff: "Ella es del Partido de los Trabajadores (PT) que dio mucha inclusión social a los más pobres y a los negros, pero su política indígena dejó mucho que desear".

Y en ese aspecto apuntó a que el gobierno de Rousseff defiende las centrales hidroeléctricas que se construyen en la Amazonía en lugar de otros tipos de energía renovable "que deben ser el modelo para el siglo XXI".

Sobre la selva amazónica, de la cual Brasil posee el 60 %, opinó que existen en los países europeos "una generación de jóvenes que comparte el ideario del desarrollo sostenible" de los países sudamericanos.