Brasil negociará venta de radares para cazas rusos durante visita de Medvédev

  • La empresa brasileña Mectron aspira a concluir un acuerdo para equipar con sus radares a los aviones rusos Yak-130A durante la visita que la semana próxima hará a Brasilia el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, informó hoy la prensa local.

Brasilia, 16 feb.- La empresa brasileña Mectron aspira a concluir un acuerdo para equipar con sus radares a los aviones rusos Yak-130A durante la visita que la semana próxima hará a Brasilia el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, informó hoy la prensa local.

Según el diario O Estado de Sao Paulo, las negociaciones están avanzadas y se enmarcan en acuerdos de cooperación en defensa que fueron firmados en diciembre pasado, durante una visita de la jefa de Estado brasileña, Dilma Rousseff, a Moscú.

La empresa Mectron forma parte del grupo Odebrecht Defensa y Tecnología y produce los radares Scipio-01, que ya son utilizados en cazabombarderos y aviones de entrenamiento producidos por la firma brasileña Embraer.

Los radares, según O Estado de Sao Paulo, pueden identificar entre cuatro y ocho objetivos al mismo tiempo y detectar blancos de cinco metros cuadrados situados a 32 kilómetros de distancia en el espacio aéreo y de 100 metros cuadrados a 80 kilómetros en tierra.

Mectron negocia la venta de esos radares con la empresa rusa Irkut, fabricante de los aviones Yak-130A, cazabombarderos de ataque ligero y entrenamiento avanzado que ya equipan a las fuerzas aéreas de Argelia, Bangladesh, Bielorrusia y Mongolia.

Medvédev llegará el próximo martes a Brasilia y encabezará la delegación de su país que el miércoles participará en la VI Asamblea del Comité de Cooperación Ruso-Brasileña, que tratará sobre diversos asuntos de cooperación en comercio, inversiones, ciencia, energía, educación y defensa.

El apartado militar será uno de los asuntos centrales y, además del posible negocio con los radares, contempla la posible compra por parte de Brasil de cinco baterías de misiles antiaéreos rusos.

Esta última operación implicaría una transferencia de tecnología que Brasil exige en todas sus adquisiciones de equipamiento bélico y que ya ha sido aceptada por Rusia, según declaró el general José Carlos De Nardi, jefe del Estado Mayor Conjunto.

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