Brasil rechaza tanto armar a la oposición siria como una intervención militar

  • Brasil rechaza la entrega de armas a la oposición siria y rehúsa una intervención militar extranjera porque considera que cualquiera de las dos acciones reforzará el conflicto bélico y no resolverá la crisis política que subyace.

Ginebra, 27 feb.- Brasil rechaza la entrega de armas a la oposición siria y rehúsa una intervención militar extranjera porque considera que cualquiera de las dos acciones reforzará el conflicto bélico y no resolverá la crisis política que subyace.

Así lo defendió hoy la ministra brasileña de Derechos Humanos, Maria Do Rosário Nunes, en declaraciones a periodistas tras intervenir en una reunión de alto nivel de la decimonovena sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

"Brasil se posiciona en contra de la entrega de armas sea a quien sea. Brasil condena acciones armadas de cualquier lado, no aceptamos las acciones armadas", afirmó.

"Precisamos que toda perspectiva inmediata de acciones bélicas sea revista, éstas tienen significados nefastos para la población civil y no contribuyen a la reafirmación democrática de ningún país", agregó.

Nunes rechazó la opinión de algunos Estados, expresada abiertamente por países como Arabia Saudí, sobre la necesidad de entregar armas a la oposición siria para que pueda defenderse de la represión ejercida por el régimen de Bachar al Asad.

"La idea de Arabia Saudí de armar a la oposición no es una buena idea, la excelente idea es que la política y la diplomacia ocupen el lugar del enfrentamiento", afirmó rotunda la ministra, quien defendió el diálogo como respuesta a la represión.

"La postura de Brasil es vanguardista, es la defensa de la paz, más paz y menos reacción armada a estructuras armadas", aseveró y consideró que esta posición se corresponde con la trayectoria de su país.

"Nuestra posición es coherente con nuestra historia y es consecuente", señaló, y defendió el concepto de "responsabilidad de proteger", ya expresado por la presidenta de su país, Dilma Rousseff, ante la reunión anual de la Asamblea General de la ONU.

Asimismo, la ministra dejó claro que el Gobierno que representa está diametralmente opuesto a cualquier intervención militar en Siria.

"Debemos recordar que se debe proteger protegiendo. Las acciones militares siempre tienen un elevado coste humano. Cuando enfrentamos una crisis, la comunidad internacional debería evitar agravar las tensiones y la violencia".

"El énfasis debería ponerse en la diplomacia y la resolución de conflictos. El uso de la fuerza debería ser sólo excepcional y en el marco de la Carta de Naciones Unidas no debería causar más daño del que pretende evitar", concluyó.

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