Tras la intervención del primer ministro, el Parlamento deberá decidir, en una fecha por determinar, si extiende a Siria los bombardeos antiyihadistas que la aviación británica lleva a cabo en Irak.
De regreso de París, donde se reunió con el presidente francés François Hollande, Cameron reiteró su voluntad de combatir también en Siria a la "secta demoníaca" del EI, 10 días después de que ese grupo perpetrara unos atentados que causaron 130 muertos y unos 350 heridos en París.
"Voy a presentar mi plan el jueves", declaró ante la Cámara de los Comunes, durante la presentación de su política de defensa para los próximos años, en los que prevé más inversiones para hacer frente al aumento de las amenazas.
El año pasado, Cameron obtuvo el visto bueno del Parlamento para llevar a cabo ataques aéreos contra el EI en Irak.
Pero antes de extender esas operaciones a Siria, el primer ministro quiere lograr un "consenso" con las demás fuerzas políticas, sobre todo el Partido Laborista, cuyo líder, Jeremy Corbyn, se opone a esos bombardeos.
La prudencia de Cameron puede explicarse por su fracaso en agosto de 2013, cuando el Parlamento vetó sus proyectos de intervención contra el régimen de Bashar al Asad en Siria.
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