Campesino colombiano que cuidó al hijo de Clara Rojas quiere buscar asilo

  • El campesino colombiano José Crisanto Gómez, al que las FARC entregaron el hijo que la exrehén Clara Rojas tuvo durante su cautiverio para que lo cuidara, pidió hoy ayuda internacional para obtener asilo político después de que un tribunal colombiano lo condenara a 33 años de prisión por secuestro.

Irene Urango

Bogotá, 25 abr.- El campesino colombiano José Crisanto Gómez, al que las FARC entregaron el hijo que la exrehén Clara Rojas tuvo durante su cautiverio para que lo cuidara, pidió hoy ayuda internacional para obtener asilo político después de que un tribunal colombiano lo condenara a 33 años de prisión por secuestro.

"Quiero pedir a cualquier país del mundo que verdaderamente respete los derechos humanos que nos brinde asilo político porque aquí estoy perseguido por las FARC y ahora por la misma justicia colombiana", afirmó Gómez en una entrevista telefónica con Efe desde un lugar que no reveló.

El campesino dijo que aún no ha recibido la notificación oficial de su condena por el Tribunal Superior de Villavicencio, que este miércoles lo encontró culpable de los delitos de secuestro extorsivo agravado, rebelión, fraude procesal y falso testimonio.

Sin embargo, ayer se informó de que era buscado por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.

Crisanto, que pasó cuatro años en la cárcel después de que se descubriera que el niño que él crió era Emmanuel, el hijo de la excandidata a la vicepresidencia Clara Rojas nacido en cautiverio, puede todavía apelar esta condena, emitida un año después de haber quedado en libertad por un fallo de un juez de primera instancia.

La historia de Crisanto y Emmanuel fue llevada al cine por el director Miguel Courtois-Paternina.

El filme franco-español "Operacion E", protagonizado por el español Luis Tosar, se estrenó en 2012, tras superar una serie de obstáculos como un recurso de amparo presentado por Rojas, secuestrada en 2002 junto a Ingrid Betancurt y liberada en 2008.

Gómez, quien siempre ha defendido que las FARC le obligaron a cuidar al hijo de Rojas, instó a la guerrilla "a contar la verdad" sobre su caso como "gesto de buena voluntad y verdad" ante las negociaciones de paz que avanzan en La Habana con el Gobierno colombiano desde el pasado mes de noviembre.

"Más que nunca también le pido al pueblo colombiano que me apoye. Detrás de esto hay muchos intereses porque va más allá de ser un proceso jurídico, yo sufro una persecución política. Es desafortunado, desmoralizante y vergonzoso", lamentó.

Asimismo, denunció haberse convertido en un "chivo expiatorio" para tapar los errores del Estado colombiano, lo que le ha llevado a vivir amenazado y escondido.

"He denunciado abiertamente cómo se me privó de la libertad, cómo se le muestra al país un culpable. Esto es un falso positivo que se hizo en el Gobierno (de Álvaro) Uribe", resaltó, en referencia a los casos de muertes de campesinos a manos del Ejército que después eran presentados ante la justicia como guerrilleros.

Gómez aseguró que va a interponer un recurso de casación ante la Corte Suprema y que "después de agotar todas las instancias" acudirá a organismos internacionales "para que verdaderamente se haga una investigación responsable".

El campesino tuvo la oportunidad de ofrecer su versión de los hechos en el filme franco-español y denunciar la situación de fuego cruzado en la que viven muchos colombianos de las zonas rurales del país.

"Esto tiene mucho que ver con la película porque en ella se muestra la dura realidad que se vive aquí y que siempre se ha querido esconder. Cuando se denuncia estas son las consecuencias", concluyó.

Clara Rojas dio a luz a su hijo Emmanuel durante su cautiverio en la selva, pero la guerrilla se lo arrebató y entregó a José Crisanto, quien asegura que le obligaron a cuidarlo enfermo de paludismo y leishmaniasis.

El campesino huyó junto a su familia desde la zona de selva donde vivían en el departamento de Guaviare (sur) hasta la capital, San José, donde entregó al pequeño al estatal Instituto del Bienestar Familiar.

Dos años más tarde, en diciembre de 2007, descubrió que ese bebé, al que cuidó como a uno más de sus hijos (tiene siete), era el hijo de Clara Rojas y que la guerrilla iba a ponerla en libertad.

Agobiado por la persecución de las FARC para que les entregara al pequeño, Crisanto confesó la historia ante las autoridades y fue así como dieron con el paradero de Emmanuel, según la versión del campesino.

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