Cartes busca el apoyo de Lugo para la gobernabilidad y el reintegro regional

  • El pragmatismo se impone en Paraguay en las primeras negociaciones en busca de alianzas del presidente electo, Horacio Cartes, quien puede asegurarse la gobernabilidad y el fin del aislamiento regional con el diálogo abierto con el destituido mandatario Fernando Lugo.

Julia R. Arévalo

Asunción, 17 may.- El pragmatismo se impone en Paraguay en las primeras negociaciones en busca de alianzas del presidente electo, Horacio Cartes, quien puede asegurarse la gobernabilidad y el fin del aislamiento regional con el diálogo abierto con el destituido mandatario Fernando Lugo.

En una rueda de prensa, el expresidente Lugo defendió hoy las conversaciones iniciadas el jueves con Cartes, que tomará posesión el 15 de agosto próximo y a quien acusó de orquestar el juicio político que supuso su destitución el 22 de junio pasado.

Lugo, electo senador por el izquierdista Frente Guasú en los comicios generales de abril, aseguró que "hay coincidencias" en las agendas de su formación y del conservador Partido Colorado de Cartes, como la lucha contra la pobreza.

"No vamos a renunciar a nuestro rol opositor, no tenemos ningún interés en participar en un cogobierno", precisó Lugo ante las conjeturas en ese sentido de la prensa local.

El Partido Colorado consiguió en las elecciones una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados pero sólo 19 de los 45 senadores de la Cámara Alta, donde Lugo se sentará con otros cuatro compañeros del Frente Guasú.

El exmandatario defendió el diálogo con los colorados, pues, según dijo, "tienen la legitimidad de haber sido elegidos por la mayoría" de los paraguayos en las urnas.

Lugo prefirió quitar hierro a la actuación pasada del Partido Colorado y negó que haya una incoherencia o contradicción en su acercamiento a Cartes.

"La política tiene que basarse en el diálogo constante, constructivo, crítico, y en la construcción de consenso" porque "está en juego la construcción de leyes justas que benefician a la mayoría de los paraguayos", argumentó en una entrevista con una radio local.

En sus declaraciones de hoy Lugo dejó implícita su intercesión ante el Mercosur y la Unasur para la reintegración de Paraguay en ambos bloques, de los que el país fue suspendido precisamente en castigo por su destitución.

"Hablaré en favor, no de Cartes, en favor del Paraguay, en términos de integración en la región", matizó al ser consultado sobre una posible "mediación" con los países vecinos.

El senador insistió en que Paraguay no puede seguir aislado regionalmente y sugirió "digerir" que Venezuela ya "está dentro" del Mercosur, que aprobó su ingreso en la misma cumbre en que suspendió a Paraguay, el 29 de junio pasado en Mendoza (Argentina).

Lugo había iniciado los contactos con los colorados hace diez días, con una conversación con el expresidente Nicanor Duarte, y este jueves recibió en su domicilio a Cartes, quien al término de la reunión se mostró "seguro de que las coincidencias van a ser muchas" porque las dos formaciones están poniendo "al país primero".

Admitió también que no dudaría en "pedir una mano" a Lugo para facilitar el reingreso paraguayo en los bloques regionales.

Las negociaciones con el Frente Guasú se suman a las que Cartes mantuvo la semana pasada con los dos senadores del también izquierdista Avanza País, una escisión del grupo de Lugo.

"Los colorados se sienten de izquierdas", bromeó el analista Alfredo Boccia, quien recordó a Efe que en tiempos de Duarte (2003-08) insertaron en su programa el ideario del "socialismo humanista".

Con su acercamiento a la izquierda, Cartes "amplía su margen de gobernabilidad además de dar muestra de iniciativa política y de apertura" incluso cuando parte con "unas condiciones para gobernar que ningún otro presidente ha tenido" desde el dictador Alfredo Stroessner (1954-89).

Además, consigue "que se hable cada vez menos del juicio político" y se cierre un capítulo en la región, pues Cartes puede crear "las condiciones para una reentrada con dignidad", añadió.

"Si esta alianza no tiene intereses clientelistas, va a ser saludable para el país", opinó el columnista, que confió en que la izquierda dará "apoyos estratégicos y puntuales" a proyectos del futuro Gobierno sin pretender cargos.

Pero la izquierda, advirtió Boccia, "corre el riesgo de caer en una trampa, de quedar pegada (a la imagen de) haber sido funcionales a un proyecto que no es de izquierdas".

Lugo, cuestionado hoy sobre si tiene miedo a ser utilizado, contestó: "no lo sé, el tiempo lo dirá (...) lo que decimos es que no vamos a renunciar a nuestras opciones, a nuestra agenda parlamentaria".

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