Barcelona.- Jordi Carulla, uno de los propietarios de Agrolimen imputado por fraude fiscal, ha justificado hoy la legalidad del entramado de empresas con sede en paraísos fiscales que habrían servido para evadir impuestos y ha explicado que utilizó esas sociedades para canalizar su inversión en el grupo familiar.
Según han informado fuentes judiciales, Carulla ha estado declarando como imputado durante cerca de dos horas ante el juez de instrucción número 4 de Barcelona, en relación con la investigación abierta a los seis hermanos propietarios de Agrolimen por supuesto fraude fiscal a través de sociedades instrumentales con sede en Holanda, Costa Rica y Uruguay.
Jordi Carulla, defendido por dos letrados, ha admitido que estuvo al frente de las empresas supuestamente instrumentales que Hacienda cree que sirvieron para defraudar impuestos y ha explicado que las creó en 1994 para canalizar su nueva entrada como inversor en Agrolimen, grupo del que había estado desvinculado durante ocho años para emprender negocios propios en Estados Unidos.
El propietario ha alegado también, y lo ha tratado de justificar mediante la aportación de medio centenar de documentos, que reside en Estado Unidos e Inglaterra desde los años 80 y que, por lo tanto, no tiene obligación de tributar en España, pese a un informe de la Agencia Tributaria señala que debería pagar impuestos en este país.
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