CDC y UDC condenan la agresión a Pere Navarro, que califican de hecho aislado

Barcelona, 28 abr.- El secretario de organización de CDC, Josep Rull, ha expresado hoy la condena "total y rotunda" de su partido a la agresión sufrida por el líder del PSC, Pere Navarro, pero ha rechazado que se haga de "un hecho puntual" una "categoría de una situación de tensión respirable en el país".

También hoy, secretario general de UDC, Josep Maria Pelegrí, ha expresado su "condena más enérgica" a la agresión y ha recalcado que en democracia no caben estas actitudes, aunque ha pedido "no hacer interpretaciones" arriesgadas que "vayan más allá".

Mientras asistía ayer a la comunión de un familiar en Terrassa, localidad de la que ha sido alcalde durante muchos años, Navarro fue agredido por una mujer de unos 50 años, que le propinó un puñetazo en la cara al grito de "grandísimo hijo de puta", según ha relatado el dirigente socialista.

En rueda de prensa en la sede de CDC, Rull ha pedido una "prudencia extraordinaria" a la hora de generalizar situaciones concretas, y ha subrayado que los convergentes serán "muy escrupulosos" a la hora de "condenar a aquellos que quieran romper el clima de convivencia".

"Cuando el año pasado representantes de instituciones catalanas fueron agredidos en el centro cultural Blanquerna a nadie le pasó por la cabeza decir que esto representaba un clima generalizado en España", ha puesto de ejemplo.

Rull ha asegurado que la sede que recibe más ataques políticos en Terrassa es la de CiU y que sus dirigentes reciben a diario amenazas concretas, pero nunca lo han atribuido a "un clima concreto transpirable en el país".

"En democracia hay que respetar a las personas y a los partidos, y las agresiones no tiene cabida en nuestro sistema y modelo de convivencia", ha subrayado el dirigente de UDC, Josep Maria Pelegrí, antes de lamentar que este tipo de acciones "distorsionen la convivencia cívica".

Ahora bien, ha matizado Pelegrí, "una agresión puede tener lecturas diversas" y ha reclamado, en este punto, "que nadie haga interpretaciones" arriesgadas "que vayan más allá, y se opine de forma precipitada sobre si tenía o no una connotación política, cuando aún no se conocen los detalles del suceso".

"No me gustaría que un hecho aislado" como fue la agresión sufrida por Navarro "se instrumentalice desde el punto de vista político" para sacar conclusiones sobre "el clima pacífico, democrático y cívico que hay en la sociedad catalana", ha explicado.