Cejil destaca aportes a la Justicia guatemalteca de magistrado fallecido

  • La organización no gubernamental Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) destacó hoy los aportes hechos a la justicia de Guatemala y centroamericana por el magistrado de ese país César Barrientos, quien falleció el pasado domingo de un disparo en la cabeza.

San José, 3 mar.- La organización no gubernamental Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) destacó hoy los aportes hechos a la justicia de Guatemala y centroamericana por el magistrado de ese país César Barrientos, quien falleció el pasado domingo de un disparo en la cabeza.

El Cejil, que tiene sedes en Washington y Costa Rica, indicó en un comunicado que Barrientos dio "aportes invaluables a la lucha contra la impunidad en Guatemala", impulsó reformas al proceso penal que implicaron mayor celeridad y realizó gestiones para garantizar un mayor acceso de las víctimas a la justicia.

"Gracias a las decisiones de la Cámara Penal, presidida por el doctor Barrientos, se reabrieron diversos procesos penales en los que se juzgaron a miembros de la fuerza pública responsables de graves violaciones de derechos humanos rompiendo el ciclo de impunidad que caracterizó a Guatemala", afirmó la directora de Cejil, Viviana Krsticevic.

El Cejil agregó que Barrientos participó en la redacción de los códigos procesales penales de Guatemala, Honduras y Nicaragua y en procesos de modernización judicial en estos países.

La organización calificó al magistrado guatemalteco como "un hombre íntegro, defensor de la independencia judicial e incansable luchador por la justicia centroamericana".

El Cejil instó a las autoridades guatemaltecas a que realicen las investigaciones correspondientes para aclarar las circunstancias de su muerte.

Las autoridades judiciales guatemaltecas continúan las investigaciones para esclarecer la muerte del magistrado de la Corte Suprema y será un juez el que determine si hubo algún delito.

La necropsia practicada a la víctima sólo se estableció que murió a causa de un disparo en la cabeza, aunque se realizan otros estudios sobre la trayectoria del disparo, informe y huella balística.

Barrientos, según las primeras investigaciones, murió de un disparo en la cabeza dentro de su vehículo en las cercanías de su vivienda en San Francisco Zapotitlán (Suchitepéquez, sur del país).

Las declaraciones de su chófer, Cornelio García Pérez, y el guardaespaldas Luis Arturo Arévalo Cano, que le acompañaban, recogidas por las autoridades, dan cuenta que el magistrado les pidió un momento a solas y luego escucharon el disparo.

Barrientos, de 61 años, fue trasladado a un hospital de Mazatenango aún con vida, pero falleció poco después.

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