Chile promulga ley contra la discriminación

  • El presidente de Chile, Sebastián Piñera, promulgó hoy la ley antidiscriminación, que establece medidas para fomentar la igualdad entre los ciudadanos y endurece las penas de los delitos cometidos por razones de sexo, ideología u otras discriminaciones arbitrarias.

Santiago de Chile, 12 jul.- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, promulgó hoy la ley antidiscriminación, que establece medidas para fomentar la igualdad entre los ciudadanos y endurece las penas de los delitos cometidos por razones de sexo, ideología u otras discriminaciones arbitrarias.

"El paso que estamos dando hoy es de extraordinaria trascendencia histórica, política y jurídica", dijo el mandatario en una ceremonia celebrada en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.

Al acto asistieron varios ministros, parlamentarios oficialistas y de la oposición, dirigentes de organizaciones de minorías sexuales, representantes de las comunidades indígenas y personas con discapacidad física.

También estuvieron presentes los padres de Daniel Zamudio, un joven homosexual de 24 años que fue asesinado en marzo pasado por un presunto grupo neonazi, y cuya muerte provocó que se agilizara la tramitación de la ley en el Parlamento, donde ingresó en 2005.

"No podemos olvidar que fue después del cruel asesinato de Daniel Zamudio (...) que Chile por fin se decidió a dar este paso fundamental para construir juntos una sociedad más tolerante e inclusiva", señaló Piñera.

A pesar de que la Constitución chilena ampara la igualdad de los ciudadanos en dignidad y derechos, el presidente consideró que el país no contaba hasta ahora con "una norma integral para promover adecuadamente el principio de la no discriminación arbitraria".

La nueva ley conmina a los organismos estatales a elaborar e implementar políticas públicas para garantizar la igualdad de todas las personas en el ejercicio de sus derechos fundamentales.

Además define el concepto de discriminación arbitraria y precisa que ésta se puede dar por motivos tan variados como la raza, la nacionalidad, la situación socioeconómica, la ideología, la religión, la participación en organizaciones gremiales, el sexo, la orientación sexual o la discapacidad física.

Piñera explicó que el nuevo cuerpo legal permite recurrir a los tribunales a las personas que se consideren discriminadas de forma arbitraria.

Si la Justicia considera que hubo un trato distintivo, puede establecer multas que van entre los 375 y los 3.700 dólares.

También se endurecerán las penas en los delitos que se cometan impulsados por una situación ideológica o discriminatoria.

El presidente chileno reconoció que la promulgación de esta ley no acabará con el problema y recalcó la necesidad de "avanzar hacia una cultura de la tolerancia, del respeto y la aceptación, que aprecie las diferencias como una forma de enriquecer la vida".

Por su parte, el presidente del Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez, dijo que la nueva ley es "vital" y consideró que es un "primer paso" para lograr la igualdad de las minorías sexuales ante la ley.

"Estamos satisfechos. Teniendo en cuenta el Congreso que tenemos y las fuerzas conservadoras que hay en la sociedad chilena, la ley tiene fortalezas muy importantes", dijo Jiménez a Efe.

El dirigente del Movilh animó a la sociedad civil a proponer políticas que puedan ser impulsadas por las autoridades en el marco de la ley antidiscriminación.

"Si la sociedad civil no toma esta ley, se empodera de ella y la utiliza para colocar propuestas razonables al Estado, la ley no sirve", comentó.

Jiménez criticó la actitud de algunos parlamentarios del actual Gobierno conservador, que rechazaron durante años la nueva ley con el argumento de que permitiría legislar otros temas, como el matrimonio entre personas del mismo sexo.

"Los que señalaban que esta era una cuestión encubierta para llegar al matrimonio o a la adopción de hijos, estaban absolutamente equivocados", dijo.

El líder del Movilh indicó que el asesinato de Daniel Zamudio permitió dejar sin argumentos a quienes decían que no era necesaria ninguna ley contra la discriminación.

"No era posible seguir oponiéndose a una ley de esta naturaleza después de la brutal golpiza que le costó la vida a Daniel", apuntó Jiménez.

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