China juzgará al investigador británico que buscaba al "chivato" del caso GSK

  • El consultor de riesgos británico Peter Humphrey y su esposa, la estadounidense de origen chino, Yu Yingzeng, serán juzgados en Shanghái a partir del 29 de julio por su conexión con el caso de corrupción de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) en China, cuyo "chivato" estaban buscando.

Shanghái (China), 1 jul.- El consultor de riesgos británico Peter Humphrey y su esposa, la estadounidense de origen chino, Yu Yingzeng, serán juzgados en Shanghái a partir del 29 de julio por su conexión con el caso de corrupción de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) en China, cuyo "chivato" estaban buscando.

Según recoge hoy el diario independiente "South China Morning Post", Humphrey había aceptado, a través de su empresa de Shanghái, ChinaWhys, que fue cerrada por las autoridades chinas en agosto pasado, investigar quién había destapado el escándalo que afectaba entonces al presidente de GSK para China, el británico Mark Reilly.

La prensa británica vinculó los últimos días la detención de Humphrey y de Yu, al poco de salir a la luz el caso, en julio pasado, con un vídeo grabado en secreto de Reilly manteniendo relaciones sexuales con una mujer china que no era su esposa (está separado), y que fue enviado a la cúpula de GSK en marzo de 2013.

La existencia de esa grabación se acaba de hacer pública ahora, y la compañía ha confirmado "la existencia de la cinta".

Por su parte, el departamento de relaciones públicas de GSK en Shanghái indicó a Efe que sólo puede responder a medios chinos, y que la empresa sólo habla a la prensa internacional desde sus oficinas centrales en el Reino Unido.

Según una fuente cercana a la familia de Humphrey, citada sin ser identificada por el diario independiente, las autoridades chinas trataron de procesar a la pareja por varias acusaciones, incluida su posible relación con operaciones de negocio ilegales, aunque finalmente sólo se les acusará de compra ilegal de información.

Sin embargo, Reilly, que está retenido en el país desde julio pasado, sí fue uno de los tres directivos de GSK acusados en mayo por el Ministerio de Seguridad Pública de China (policía) de fomentar y coordinar una red de sobornos para incrementar sus ventas en el país, junto a los ejecutivos Zhang Guowei y Zhao Hongyan.

Según la fuente anónima, Reilly había encargado a Humphrey que averiguara quién había destapado el caso de corrupción, ya que antes de que estallara el escándalo, en marzo de 2013, un "chivato" envió un correo electrónico a sus superiores en GSK, con acusaciones de corrupción en las operaciones de la compañía en China.

Entre los destinatarios estaba el presidente ejecutivo de la multinacional, Andrew Witty, y el mensaje iba acompañado por el vídeo del encuentro sexual de Reilly con su amante china, en el propio apartamento del directivo en Shanghái, según los periódicos británicos "The Times" y "The Sunday Times".

El escándalo salió a la luz en el "South China Morning Post" de Hong Kong hace un año, días después de que las autoridades policiales chinas llevaran a cabo las primeras detenciones para la investigación del caso, cuyas conclusiones pusieron en mayo pasado en manos del sistema judicial chino.

De acuerdo con la fuente cercana a Humphrey, lo que Reilly le encargó fue identificar al "chivato" para evaluar la brecha de información confidencial que podría afectar a la empresa.

Según esta persona, "Reilly sospechaba que la fuente era una tal Señorita X que había sido despedida de GSK, pero no estaba seguro", tras lo que Humphrey le preguntó si las acusaciones de corrupción que mantenía su mensaje eran ciertas, y Reilly le dio su palabra de que no lo eran.

"Peter no habría aceptado el caso más que con esa garantía de Reilly", aseguró.

"La investigación de las autoridades chinas sigue en marcha, y estamos cooperando completamente con esta investigación", dijo al diario hongkongués un portavoz de la multinacional, que reiteró que las acusaciones son "profundamente preocupante para nosotros".

"Hemos comprometido recursos significativos para averiguar lo que ocurrió en China, incluida una revisión legal independiente", concluyó.

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