Chips que aconsejan donde no construir

  • Nace una herramienta pionera para adaptar las zonas geográficas vulnerables al cambio climático.
Construcción
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Agencias
Sara Acosta

Por ahora, el empeño del mensaje oficial para luchar contra el cambio climático se centra en lo que los expertos llaman mitigación, es decir, la reducción de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El último ejemplo en España de ese viaje mediático es el plan integral del coche eléctrico, por el que el Gobierno prevé que circulen en España hasta 250.000 vehículos limpios en el año 2014. En teoría, el abandono de la combustión de fuentes de energía fósil como la gasolina mitigará los efectos del cambio climático en el planeta.

Ahora, al albor de los crecientes desórdenes naturales y al cambio de temperatura, las administraciones de numerosos municipios españoles quieren dar un paso más allá, es decir, prever qué medidas tomar para adaptar sus ciudades al nuevo panorama climático que se perfila.

Esta creciente demanda ha llevado a la empresa Factor CO2, especializada en el desarrollo de políticas sobre cambio climático y de proyectos de reducción de emisiones en el plano internacional, a crear Cliserie, la primera herramienta informática que traduce los datos científicos sobre cambio climático en información útil sobre el grado de vulnerabilidad de las distintas zonas geográficas a los efectos del cambio climático. "Muchas administraciones ya han puesto en marcha planes de reducción de emisiones, pero están perdidas en cuanto a conocer los efectos del cambio global", explica Kepa Solaun, director de Factor CO2.

Este nuevo programa informático se ha creado en colaboración con el Deustotech, el Parque Tecnológico de la Universidad de Deusto, un centro de proyectos de excelencia en I+D+i orientado a su transferencia a la empresa, y con Daniel Martino, miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). La participación de este organismo internacional es un intento de trasladar los datos globales sobre cambio climático que por ahora se manejan a una escala más pequeña como es la de los municipios, para aplicar políticas concretas. "El cuarto informe del IPCC determinó impactos globales, ahora los ejercicios de simulación deben regionalizarse", explica Solaun. "Paradójicamente, a medida que reduces la escala, aumenta la incertidumbre", añade.

A finales de este año, cuando el invento de Factor C02 esté en el mercado, las administraciones podrán establecer un perfil de riesgo por zonas geográficas y económicas, para que las medidas de adaptación sean más certeras y eficaces.

Bilbao y Valencia serán las primeras ciudades en desarrollar este nuevo programa. La capital del País Vasco teme inundaciones por efecto del cambio de temperatura. Por su parte, Valencia está amenazada por el aumento del nivel del mar, en una de las regiones más urbanizadas en España. En este sentido, Cleserie será "clave para la reordenación del territorio y la planificación urbana". Ya son muchos los informes nacionales e internacionales que auguran que las zonas urbanas costeras serán engullidas por el mar en un futuro no tan lejano. El protocolo de Gestión Integrada de las Zonas Costeras del Mediterráneo (ICZM), firmado en Madrid en 2008, prohíbe la construcción a menos de 100 metros de la línea de costa, como medida para adaptarse al impacto del cambio climático.

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