Ciudadanos cree que "la vieja política" perdió el debate

    • El partido emergente destaca que Rivera ganó al "explicar su propuesta sensata" de gobierno.
Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría esperan a Pedro Sánchez antes de comenzar el debate
Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría esperan a Pedro Sánchez antes de comenzar el debate

Una derrota de la "vieja política" frente a la emergente, es la primera lectura que en Ciudadanos hacen del debate a cuatro mantenido ayer entre su candidato, Albert Rivera, los otros dos aspirantes a la presidencia, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, y la número dos del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría.

La formación naranja, disparada en las últimas semanas según las encuestas, considera que Rivera ha ganado el debate por una razón esencial, la propuesta "sensata" de un "nuevo proyecto común para todos los españoles".

"No vamos a entrar en los juegos de la vieja política, en el y tú más y la guerra sucia, porque los ciudadanos están cansados de eso y lo que quieren son soluciones, no discusiones", valoran fuentes del partido.

El candidato de Ciudadanos concretó con cifras algunas propuestas, en especial las de su programa económico. Así, por ejemplo, detalló que la reforma fiscal, que gira en torno a una rebaja del 3% del IRPF y la medida de complemento salarial para las rentas más bajas-costaría 7.800 millones de euros. La formación ha calculado además que su plan de persecución del fraude fiscal podría aportar hasta 20.000 millones al Estado.

Más esquivo resultó en la cuestión de los pactos, un tema peliagudo para Ciudadanos. En varias ocasiones tuvo el líder naranja de ser insistido por los moderadores, Ana Pastor y Vicente Vallés, a propósito de sus respaldos en caso de no ganar las elecciones. Rivera trató de evitar una respuesta clara, antes de mostrarse partidario de que la lista más votada intente formar Gobierno.

"No bloquearemos al que sea el más votado, pero si no lo logra y hay alternativas nosotros lo intentaremos", dijo. El candidato llegó a ofrecer un "gobierno de apertura con independientes y ministros de otros partidos", una propuesta que no fue contestada por el resto de partidos.

Rivera marcó las distancias con el bipartidismo y trató de desmarcarse también del PP, a quien atacó especialmente con la corrupción. El candidato recordó la portada del diario El Mundo en la que se desvelaban pagos a Rajoy en los papeles de Bárcenas. "Lacorrupciónes el motivo por el que Rajoy no está aquí. No ha venido porlos papeles de Bárcenas.Por haber cobrado en B", acusó ante Santamaría.Después, desgranó las medidas de su partido, primarias, listas abiertas, y un Tribunal de la Competencia "fuerte para que el capitalismo de amiguetes no se reparta las obras y las concesiones", subrayó.

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