Colombia retrasa el debate sobre sabotaje a la paz mientras acumula amenazas

  • Con el aplazamiento del debate que tenía previsto celebrar hoy el Senado sobre presuntos sabotajes al proceso de paz con las FARC, Colombia retrasa una cita clave para abordar diversos ataques y amenazas contra casi dos centenares de personas, número que crece día a día.

Bogotá, 12 nov.- Con el aplazamiento del debate que tenía previsto celebrar hoy el Senado sobre presuntos sabotajes al proceso de paz con las FARC, Colombia retrasa una cita clave para abordar diversos ataques y amenazas contra casi dos centenares de personas, número que crece día a día.

El aplazamiento al 18 de este mes afecta a preguntas que rondan desde hace meses a la sociedad, encaminadas a descubrir qué intención se esconde detrás del aumento de amenazas y ataques contra defensores de derechos humanos, periodistas y políticos registrado desde agosto.

Para el impulsor del aplazado debate, el senador del partido de izquierdas Polo Democrático Alternativo (PDA) Iván Cepeda, existe "una lógica" en estos ataques, que considera son intentos de "socavar el proceso de paz" en el que trabaja Colombia.

Todas las amenazas llegaron a través de panfletos firmados por bandas criminales, y aunque el Gobierno no los considera actores del conflicto, para nadie es un secreto que entre sus filas figuran un gran número de los paramilitares desmovilizados oficialmente en 2006, cuando se disolvieron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

A estas denuncias han llegado a añadirse en las últimas horas alertas sobre la existencia de planes de asesinato que incluirían, incluso, a uno de los negociadores de las FARC en La Habana, Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias "Pastor Alape".

"Tuvimos conocimiento de la posibilidad de dos atentados, pero uno de ellos que parece impensable, pero que hay que denunciarlo, es el posible asesinato de uno de los miembros que se encuentran en La Habana, exactamente 'Pastor Alape', y en el país atentarían contra Carlos Lozano y contra mí", señaló la exsenadora Piedad Córdoba.

Mientras, aún resuenan los escándalos de espionaje descubiertos en los últimos meses, que implican directamente a militares que habrían interceptado las comunicaciones privadas de miembros del equipo negociador del Gobierno en La Habana.

Se trata del "caso Andrómeda", una fachada de espionaje operada por un grupo de militares en un local comercial de Bogotá y que fue descubierto el pasado febrero.

Cada cierto tiempo, además, la opinión pública ha ido conociendo detalles que supuestamente quedan dentro de la confidencialidad que ampara las negociaciones, como los viajes que el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeveri, alias "Timochenko", realizó a la isla bajo la protección del Gobierno, pese a que se sobre él pesaban órdenes de captura.

Aquella ola se convirtió en tsunami cuando días más tarde el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe reveló los viajes al proceso de varios altos mandos guerrilleros que finalmente renovaron el equipo negociador que permanece en Cuba desde hace dos años, cuando inició el proceso.

Fuentes oficiales colombianas mostraron entonces su sorpresa por el acceso de Uribe a semejante información, toda vez que esos datos están bajo la custodia del Ministerio de Defensa y los servicios de inteligencia.

El debate buscaba que a todas estas cuestiones respondieran el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y de Interior, Juan Fernando Cristo, pero su cancelación de asistencia ha terminado por retrasar la cita hasta el próximo día 18, precisamente un día antes del segundo aniversario de las conversaciones de Cuba.

Ese mismo día se iniciará un nuevo ciclo de diálogos, centrado en el punto de víctimas, el cuatro de los cinco que componen la agenda de negociación, que ya ha producido acuerdos sobre la cuestión de tierras, participación política y drogas ilícitas.

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