Bogotá, 7 dic.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció hoy la retirada momentánea de Colombia de su "lista negra", aunque su salida será definitiva sólo cuando resuelva problemas como el fuero militar, el desplazamiento forzoso y las desmovilizaciones de guerrilleros y paramilitares.
Tras la visita de cinco días a Colombia de este organismo, la primera desde 2004, su presidente, el mexicano José de Jesús Orozco, explicó en una rueda de prensa que la retirada del país del Capítulo IV del Informe Anual, es decir, de su "lista negra", responde a la aceptación colombiana a recibir a la delegación.
De este modo, en el informe sobre Colombia que elaborará la Comisión en los próximos meses figurarán recomendaciones y dependerá de su debido cumplimiento si vuelve a figurar en el Capítulo IV o sale definitivamente a partir de 2014.
Según el vicepresidente segundo de la CIDH, el chileno Felipe González, "salir del Capítulo IV no implica un juicio de la Comisión a la mejora o no de los derechos humanos en Colombia".
Y es que esta decisión se interpreta como un hecho positivo para Colombia, pero no implica que se haya resuelto el problema de los derechos humanos, sino que se adoptará un sistema de análisis distinto.
Entre los aspectos positivos que destacó la Comisión están las declaraciones ante de la justicia de exparamilitares, la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras y la labor de la Unidad Nacional de Protección a personas en situación de riesgo.
Sin embargo, Orozco vertió críticas contra la reforma del fuero militar que el Congreso planea aprobar la semana próxima, al considerar que es "incompatible" con la Convención Americana de Derechos Humanos.
"Nosotros aspiramos a que esto no se apruebe en los términos que se ha planteado", dijo el presidente sobre una reforma que busca dotar de una justicia militar especializada a un país marcado por las violaciones a los derechos humanos y un largo conflicto armado.
Orozco explicó que los estándares interamericanos fijan que "todas las violaciones a los derechos humanos deben ser investigadas, procesadas y reparadas a través de los órganos de la jurisdicción ordinaria", en alusión a esa reforma de la justicia.
El presidente de la Comisión reconoció que gran parte de las afectaciones a los derechos humanos en Colombia están relacionadas con el conflicto armado de casi medio siglo y expresó "sus mejores deseos" al proceso de paz abierto por el Gobierno y las FARC.
Es precisamente el conflicto el que le impide despegar en materia de derechos humanos, ya que uno de los factores que más impacta es la "falta de desarticulación efectiva de las estructuras de los grupos paramilitares", así como de los grupos guerrilleros Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Orozco expresó también su preocupación por "la grave situación de desplazamiento forzoso", que afecta a entre cuatro y cinco millones de personas, lo que indicó "requiere una respuesta más efectiva por parte del Estado".
Poco después, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que la decisión de la CIDH "es un reconocimiento que estaban en mora de hacerlo".
"Este país ha avanzado como tal vez ningún otro país hacia el respeto de los derechos humanos en todos sus frentes. Nuestras Fuerzas Militares y nuestra Policía tienen internalizada la importancia de los derechos humanos como fuentes de su legitimidad", agregó al celebrar que Colombia haya abandonado esa lista negra.
Una lista en la que también están incluidas Honduras, Cuba y Venezuela.
Esta misión de la CIDH ha sido la primera que visita Colombia desde 2004, y durante cinco días se ha reunido con autoridades, representantes de la sociedad civil, víctimas y organismos internacionales. EFE
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