Mientras los partidarios de los diferentes candidatos a la presidencia multiplican las reuniones y los desfiles por las calles de Puerto Príncipe, el secretario general de la ONU pidió a "todos los partidos políticos, los candidatos y sus partidarios, que concluyan sus campañas electorales de forma pacífica".
La comunidad internacional, que procuró para Haití una ayuda de más de 30 millones de dólares para la organización de elecciones presidenciales, legislativas y locales, quiere evitar a toda costa que se reproduzcan los incidentes del pasado 9 de agosto.
Durante aquella jornada, la celebración de la primera ronda de las elecciones legislativas estuvo fuertemente perturbada por fraudes y actos violentos que obligaron al Consejo Electoral Provisional a anular la votación en cerca de un cuarto de las circunscripciones del país.
La Organización de Estados Americanos (OEA), que desplegará 125 observadores electorales por todo el país el domingo, pidió al público que fuera paciente en el transcurso de las elecciones porque la complejidad de la organización de unas elecciones en las que se eligen simultáneamente un presidente, diputados, senadores y consejos municipales podrían retrasar la apertura de oficinas de voto y el desarrollo de la elección".
El primer desafío para Haití es conseguir gestionar la logística que se deriva de la organización, el mismo día, de cuatro elecciones diferentes.
En agosto, cuando solamente había dos urnas en cada oficina, la exigüidad de los locales y la falta de material impidieron a los electores ejercer su derecho cívico serenamente.
Para vigilar el óptimo desarrollo de las operaciones electorales, la Unión Europea ha enviado una misión de observación. En un comunicado difundido el pasado martes, Elena Valenciano, directora de esta misión de 74 miembros, animó a "los candidatos, los partidos políticos y a sus simpatizantes a mantener un clima de civismo, serenidad y tolerancia".
Al igual que la ONU, la OEA y la Unión Europea, la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) expresó su deseo de que las elecciones del domingo se lleven a cabo en un ambiente de calma y transparencia.
La secretaria general de la OIF, Michaelle Jean, consideró esta votación como "una etapa significativa en el proceso consolidación de la democracia y de la paz" en Haití.
Personalmente vinculada con el futuro del país, esta diplomática de origen haitiano añadió que "el triunfo de estas elecciones, que favorecerá la emergencia de condiciones de reactivación del crecimiento y del desarrollo en Haití, tiene que ser una prioridad común a todos los haitianos".
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