Barcelona, 20 dic.- La Audiencia de Barcelona ha condenado a 15 años de prisión a un hombre que en marzo de 2008 apuñaló a su expareja y la dejó malherida en un banco frente al Hospital de Igualada (Barcelona), donde falleció poco después.
La sentencia, hecha pública hoy, condena al autor del apuñalamiento, Jaume Bel, a 15 años de reclusión por homicidio y a su amigo Ivan Lagunas a una multa de 2.190 euros por un delito de omisión del deber del socorro.
Según la sentencia, Lagunas ayudó al homicida a trasladar a la víctima hasta las puertas del centro sanitario, donde la dejaron abandonada sobre un banco.
El juez confirma el veredicto del jurado popular, que declaró culpables a los dos procesados, pero considera que se trata de un homicidio, por lo que impone 15 años en vez de los 19 años que solicitó, por asesinato, la Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la Generalitat en representación de los hijos menores de la víctima.
El crimen ocurrió la noche el 1 de marzo de 2008, cuando el acusado y la víctima, que habían roto su relación cuatro años antes pero aún se frecuentaban ocasionalmente, acudieron juntos al domicilio del presunto homicida después de pasar la noche en varios bares de Santa Margarida de Montbui (Barcelona).
Una vez en su domicilio, el homicida cogió una arma blanca y le asestó una puñalada en el tórax a la víctima, según declara probado el juez en la sentencia.
Poco después, Bel telefoneó a Lagunas para pedirle que les llevara en su coche al hospital de Igualada.
Una vez allí, los dos condenados sacaron del vehículo a Rebeca B., la dejaron sentada en el banco exterior de la puerta de Urgencias del Hospital y huyeron, según se puede ver en las cámaras de seguridad del centro sanitario.
Según la sentencia, la víctima, que ni siquiera era capaz de sostenerse sentada sobre el banco donde la abandonaron, fue hallada casualmente e ingresada en el centro sanitario, donde falleció pocos minutos después.
La defensa argumentó que Bel estaba afectado por el consumo de productos tóxicos y que quiso ayudar a su expareja al llevarla al hospital, pero el juez de la Audiencia de Barcelona ha desestimado los atenuantes de transtorno mental por consumo de drogas y de reparación de daño.
"El acusado nunca ha presentado ningún tipo de empatía hacia los diversos hechos acontecidos y claro reflejo de esa actitud es el hecho de cómo la deja en el banco exterior del Hospital de Igualada", concluye el magistrado en el fallo.
La mujer tenía con el fallecido dos hijos de cuatro y cinco años, así como otro fruto de una relación anterior, que están bajo tutela de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia, aunque bajo la custodia de sus abuelas.
La sentencia prohíbe a Bel acercarse a menos de mil metros ni comunicarse con sus hijos en los próximos 10 años.
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